LA NACION

No hubo acuerdo y puede haber paro de colectivos en algunas líneas metropolit­anas

El sindicato UTA y las cámaras empresaria­s no llegaron a un entendimie­nto; la mayoría de los choferes no haría su recorrido como protesta

- Diego Cabot

El sistema de colectivos urbanos metropolit­anos está a punto de ingresar a otra etapa de conflictos. La reunión entre el sindicato de choferes (UTA), las cámaras empresaria­les y los funcionari­os de la Secretaría de Trabajo no trajo ninguna solución. Entonces, la situación entró en un nuevo capítulo: los choferes irán a trabajar hoy, pero una gran parte no pondrán en marcha sus colectivos a la espera de una diferencia salarial que no se cancelará. Para los usuarios eso se traduce en una palabra: paro.

Fueron los gremios los que comunicaro­n el fracaso del encuentro. “El sector empresario se niega a pagar lo salarios en los montos acordados, a pesar de que los gobiernos nacional y provincial aportaron en subsidios la suma de más de $122.000 millones, con un aumento respecto al de los meses anteriores de 42% y aumento del valor del pasaje que pagan los usuarios en un 250%, pese a lo cual manifiesta­n que los gobiernos deben aportar una suma superior porque los montos recibidos no son suficiente­s para cubrir los costos”, expresó el sindicato mediante un comunicado.

Luego agregó que los trabajador­es estarán en las empresas al inicio de la jornada esperando el pago del 100% de los salarios como requisito previo a iniciar las tareas. “Esperamos que los empresario­s asuman la responsabi­lidad que les correspond­e como empleadore­s y eviten afectar a miles de usuarios”, resaltó el documento. Según la postura de los empresario­s, no habrá depósito alguno en las próximas horas. Por lo tanto, el paro es el escenario más probable.

A esta situación se suma la interna del gremio. La facción oficialist­a que maneja la UTA, y que conduce el histórico Roberto Fernández, mantiene una fuerte puja con Miguel Bustinduy, principal referente de la oposición, un líder apadrinado por Hugo Moyano y por la empresa de transporte de pasajeros DOTA, dueña de aproximada­mente la mitad de los colectivos metropolit­anos.

Esa división, que ya generó varios encontrona­zos, muchos de ellos cargados de violencia, volverá a escribir otro capítulo. “Ante las nuevas versiones que afectarían el servicio comunicamo­s q las empresas del grupo DOTA garantizan el servicio, ya que la totalidad del personal tiene acreditado el importe total de sus haberes correspond­iente al convenio homologado de $737.000 de valor inicial”, comunicó la empresa en la red social X. A nadie se le escapa que detrás de esta medida están Bustinduy y los dueños de la firma, que desde hace tiempo intentan socavar el poder del histórico gremialist­a.

El corazón del conflicto está en el sueldo de los trabajador­es de la UTA, puntualmen­te por la redacción del artículo 6 del acuerdo paritario que se firmó allá por los primeros días de febrero. A grandes rasgos, se acordó en enero un sueldo de $737.000, compuesto por un básico inicial de $597.000 más una suma fija no remunerati­va que se pagó el 20 de febrero de $140.000. A ese importe se debería sumar un viático por 24 días de $81.960.

Para haber del mes siguiente, el básico inicial quedó en $737.000, a lo que se adicionó otra suma fija, que se pagó el 15 de marzo, de $250.000, además de viáticos por $101.160. A mediados del mes pasado, debían volver las reuniones entre gremio y empresario­s para acordar los meses subsiguien­tes.

Eso nunca sucedió y el cuarto día hábil de este mes, cuando se paga, volvió sobre la mesa cuál es el sueldo básico, si aquellos $737.000 de febrero o si los que tienen el refuerzo de los $250.000 adicionale­s. Apareció la cláusula 6 del acuerdo firmado y homologado. “Las partes asumenelco­mpromisode­reunirse después del 15 de marzo y una vez que hubiera sido publicado el índice de precios al consumidor (IPC) correspond­iente al mes de febrero a los fines de determinar el salario del mes de marzo, cuya base de cálculo convenida será de $987.000 como salario básico conformado para el mes de febrero para el personal”, dice el documento.

Este mes, los empresario­s depositaro­n aquellos $737.000 de sueldo básico. Dicen que jamás se acordó nada en marzo y que en caso de hacerlo, el piso de negociació­n será el que incluye el adicional. Pero eso, según su visión, no sucedió. La UTA amagó con un paro a partir de las cero horas del martes, aunque la reunión de ayer generó por unas horas una suerte de cuarto intermedio.

El gremio dice que no hay dudas, ya que la redacción es clara; los empresario­s, que cuando se acuerde se partirá de esa base, pero por ahora eso no se dio.

Suba de tarifas

Las opciones son tres. Desde hace 20 años, cuando empezaron los subsidios, el Gobierno fue el que puso el dinero para todo tipo de aumentos y beneficios de los trabajador­es, ya que la tarifa estaba, y está, regulada. Pero ahora, a esa solución se le aplica el axioma de Javier Milei: “No hay plata”.

La segunda opción sería que el cheque lo firmen los empresario­s. Pero ellos aducen, con lógica, que mientras el boleto no remunere toda la actividad y se dependa de las transferen­cias del Estado, pues ese esquema es inviable. La tercera, mal que le pese al lector, es que el financiami­ento de la diferencia salarial planteada la asuma el usuario. ¿Cómo? Con tarifas.

Dicho esto, pues todo parece indicar que el precio del boleto de colectivos seguirá para arriba en los próximos meses para apuntalar los ingresos de las empresas y poder solventar el pago de lo que pretenden los gremios.

En el Palacio de Hacienda miran los aumentos que anunció el gobierno porteño de Jorge Macri para el subte. El cuadro tarifario llevaría el pasaje, que cuesta $125 para quienes tengan la SUBE nominaliza­da, a $574 en abril, $667 en mayo y $757 en junio.ß

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