LA NACION

Livia Voigt. La más joven de una generación de herederos superricos

En su último ranking, la revista Forbes la decretó como la multimillo­naria más joven del mundo, pero su caso es parte de un fenómeno más amplio de traslado de riquezas familiares

- Texto María del Pilar Castillo

Los cientos de solicitude­s que la brasileña Livia Voi recibió en Instagram en cuestión de minutos la desconcert­aron totalmente. De repente, completos extraños le pedían ayuda para saldar sus deudas, le demandaban que donara parte de su fortuna a los más pobres o le enviaban listas de compras, según contó la joven de 23 años al portal g1.

Sin entender lo que pasaba, la estudiante de psicología de Río de Janeiro comenzó a indagar en la razón detrás de la repentina catarata de exigentes seguidores. Pronto llegó al fondo del asunto. Ese día había salido la lista de multimillo­narios de Forbes de 2024 y en ella debutaba una joven brasileña de 19 años: Livia Voigt.

El parecido de sus nombres, la nacionalid­ad y el hecho de que ambas estudian psicología pareció confundir a muchos usuarios en redes sociales, que apresurada­mente fueron al acecho de la Livia equivocada. Pero la verdadera Livia —o al menos la que figura en el ranking de riqueza—, nieta de uno de los tres fundadores de WEG, un gigante brasileño de la ingeniería eléctrica, es mucho más escurridiz­a.

Desde que la revista norteameri­cana especializ­ada en finanzas publicó su lista, en la que Voigt figura como la multimillo­naria más joven del mundo, la estudiante de psicología cerró al público sus cuentas en Instagram y Tiktok, cambió su foto de perfil e ignoró las múltiples solicitude­s de entrevista de los medios de comunicaci­ón brasileños.

A pesar de que su foto circuló por todas partes, su deseo de permanecer en el anonimato siguió prácticame­nte intacto. Muy poco se sabe sobre ella y su familia, más allá de que viven en la ciudad de Florianópo­lis.

Con 26 años, Dora, la hermana mayor de Livia, también figura en la clasificac­ión de Forbes y es igual de discreta. Se graduó de arquitecta en 2020 y en su tiempo libre practica baile en el caño, según O Globo, pero no se conocen más detalles.

Lo que sí se sabe es que parte de la fortuna de las hermanas Voigt —que sumada en partes iguales alcanza un valor de 2200 millones de dólares— proviene de los dividendos del imperio que cofundó Werner Ricardo Voigt en 1961. Y aunque cada una posee el 3,1% de las acciones de WEG, que heredaron cuando su abuelo falleció en 2016, ninguna trabaja en la compañía, con sede en Jaraguá do Sul, uno de los polos económicos del norte del estado de Santa Catarina.

Los primos de Livia y Dora, Eduardo y Mariana Voigt Schwartz, también aparecen en el listado con una fortuna de 1300 millones de dólares cada uno. La menor del clan, no obstante, se destacó mediáticam­ente por sobre el resto simplement­e por el hecho de ser la más joven de la clasificac­ión. Por tan solo dos meses destronó a Clemente Del Vecchio, heredero de Essilor Luxottica, una corporació­n multinacio­nal italiano-francesa especializ­ada en lentes y dueña de Ray Ban. Su fortuna asciende a aproximada­mente 4800 millones de dólares.

Con 38 años y un patrimonio de 1200 millones de dólares, Anne Werninghau­s, nieta de otro de los fundadores de WEG, Geraldo Werninghau­s, es accionista al igual que los Voigt y está incluida en el ranking. La cantidad de multimillo­narios que WEG aportó a la lista demuestra la magnitud de la compañía, que cuenta con más de 39.000 empleados en todo el mundo y que el año pasado facturó aproximada­mente 6500 millones de dólares.

Historia

La historia de WEG se remonta a septiembre de 1961, cuando el electricis­ta Werner Ricardo Voigt, descendien­te de inmigrante­s alemanes; el administra­dor Eggon João da Silva, y el mecánico Geraldo Werninghau­s decidieron montar una pequeña fábrica de motores eléctricos en la ciudad de Jaraguá.

Por la escasez de personal capacitado en la región e inspirados en los cursos de capacitaci­ón que ya ofrecían entonces las fábricas alemanas, los tres socios decidieron crear unos años más tarde una escuela de entrenamie­nto dentro de las instalacio­nes de la compañía, que bautizaron como el Centroweg, por lo que rápidament­e se convirtier­on en un referente en la región.

En la década de 1980, WEG comenzó a diversific­ar sus actividade­s con la producción de componente­s eléctricos, productos para la automatiza­ción industrial, transforma­dores de energía y distribuci­ón, pinturas líquidas y en polvo, y barnices de aislamient­o eléctrico. Pronto la empresa se convirtió en un fabricante global de motores.

En los 90 y 2000, WEG alcanzó una cuota de mercado en la industria brasileña de motores eléctricos del 79% y se extendió por todo el mundo; abrió filiales y compró fábricas en Estados Unidos, Alemania, Inglaterra, Francia, España, Suecia, Argentina, México, Portugal, China, Singapur, Sudáfrica e India.

En 2010, WEG compró la fábrica argentina de pinturas Pulverlux.

Hoy la empresa es el mayor fael bricante de motores eléctricos del mundo y produce alrededor de 19 millones de motores al año.

A pesar de la envergadur­a de WEG, sus fundadores y herederos han mantenido un perfil bajo. Aun así han dejado una huella imborrable en Brasil y sobre todo en la economía de Santa Catarina.

El día de la muerte de Voigt, el 1º de junio de 2016, el entonces gobernador del estado, Raimundo Colombo, escribió en un comunicado: “Santa Catarina está de luto. Perdimos a un hombre idealista, emprendedo­r y exitoso, que con su inteligenc­ia y creativida­d desarrolló un sector importante para nuestra economía, generando miles de empleos”.

“Su sencillez nos encantaba, su inteligenc­ia era una referencia para todos nosotros. Su trabajo, el fruto de su labor, influenció y sigue influyendo en la economía de Santa Catarina y Brasil, y su ejemplo de vida es una lección para todos. Perdimos a un gran brasileño”, añadió.

La enorme dedicación del ingeniero, sin embargo, no inspiró a sus descendien­tes a involucrar­se activament­e en la compañía, que hoy está gobernada por un consejo administra­tivo de siete miembros y una junta directiva de 13. No fue el caso de la línea de sucesión del tercer fundador, Eggon João da Silva, que sí continuó la tradición. actual presidente de WEG es su hijo, Décio da Silva.

Jóvenes herederos

Las nietas de Voigt pertenecen a una generación de jóvenes multimillo­narios que deben agradecer su extraordin­aria riqueza al esfuerzo de sus antepasado­s. Según Forbes, por primera vez en 15 años, no hay menores de 30 años en su lista que hayan amasado sus propias fortunas.

Los multimillo­narios por mérito propio más jóvenes del mundo hoy son el norteameri­cano Evan Spiegel (33), cofundador de Snapchat; el irlandés John Collison (33), cofundador de Stripe, una empresa de servicios financiero­s y de software; el japonés Shunsaku Sagami (33), fundador de M&A Research Institute Holdings, que se dedica al negocio de intermedia­ción de fusiones y adquisicio­nes a través de la tecnología y la inteligenc­ia artificial; el británico ben Francis (31), creador de Gymshark, un fabricante y minorista británico de indumentar­ia deportiva; los norteameri­canos Andy Fang (31) y Stanley Tang (31), cofundador­es de Doordash, una empresa con sede en San Francisco que opera una plataforma de pedidos y entrega de alimentos en línea; y, por último, el norteameri­cano Palmer Luckey (31), creador de Oculus VR, que vendió a Facebook en 2014 por 2000 millones de dólares.ß

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Livia Voigt, en una foto publicada en X

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