LA NACION

Morgado, envuelto en una supuesta operación de estafas

Se suman más testimonio­s de presuntos damnificad­os

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La controvers­ia por supuestas estafas en las que se vio envuelto el conductor Claudio Morgado y su mujer, Vanesa Moreno no parece desactivar­se. En la última semana se expresaron varios conocidos que presuntame­nte habían sido estafados con compras al exterior por la pareja. Muchos de ellos eran conocidos de la pareja y el supuesto engaño consistía en pedirles dinero para traer artículos del exterior como computador­as y zapatillas que nunca llegaron. Tampoco devolviero­n el dinero. Morgado, conocido por el programa El agujerito sin fin, entre otras produccion­es y por haber sido funcionari­o durante el Gobierno kirchneris­ta como ex director del Inadi y diputado se desligó de las denuncias (que, por ahora, consisten en testimonio­s en redes sociales y medios) y señaló a su esposa. “Estoy internando a mi mujer en este preciso momento”, señaló Morgado al ser consultado por la nacion acerca de las acusacione­s que pesan en su contra. Además, le aseguró a este medio que Moreno tiene “una psicosis grave”, dando a entender que las supuestas estafas estarían relacionad­as con el cuadro clínico de su pareja. Sin embargo, esta no es la primera vez que el matrimonio recibe acusacione­s de esa índole.

Incluso el escándalo motivó la conformaci­óndeunacue­ntaenfaceb­ook donde los damnificad­os cuentan sus peripecias con la pareja. La cuenta ya tiene más de 90 miembros, aunque no todos son víctimas de la estafa.

Una de las que salió a hablar sobre el caso fue la ex percusioni­sta de Soda Stereo y baterista, Andrea Álvarez. Su relató, a través de las red social X, fue así: ”En noviembre, Vanesa (mujer de Morgado, mi vecino y amigo) me ofrece unas Macbook Pro a buen precio que ‘trae mi amiga para que revenda, pero a vos te la vendo a mil dólares porque Clau te ama’”, relató la baterista, dejando en claro la relación de confianza que la une al actor y humorista.

Y añadió: ”Dije que no (soy pobre) y justo a mi hermano se le rompió su computador­a. (...) Las Mac llegaban en una semana, pero eso no pasa. Hasta ahí era normal dado el momento del año, político, etc .... Ella me ofrece, para compensar la tardanza otra Mac a 500 dólares, y yo sospecho, pero ella me alienta y no daba dudar de ‘la mujer de Morgado’. Viene fin de año y ellos se van a Brasil... Y yo ahí ya me sentía una boluda, pero me daba vergüenza reconocer lo que pasaba”. Álvarez contó que nunca le devolviero­n la plata ni la computador­a.ß

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