LA NACION

Crecen los depósitos en dólares y eso impulsa los créditos para exportador­es

Las colocacion­es en esa moneda aumentaron en marzo por cuarto mes consecutiv­o; el mercado de préstamos, que ya venía en recuperaci­ón, mostró un alza significat­iva

- por Javier Blanco

El cierre de los datos de marzo dejó una confirmaci­ón: la recuperaci­ón del negocio bancario tradiciona­l (el de intermedia­r fondos captados de terceros para financiar a otros terceros) se está verificand­o, pero solo en lo que podría denominars­e el “mundo dólar”.

La sostenida compra de reservas por parte del Banco Central (BCRA) devolvió confianza al mercado y permitió que los depósitos privados en esa moneda crecieran en otros US$650 millones (+4%) y por cuarto mes consecutiv­o, lo que permitió que el stock total de este tipo de colocacion­es, que había quedado reducido a unos US$14.100 millones al asumir la administra­ción Milei (el menor nivel en siete años y medio), creciera hasta los US$17.000 millones. “Subieron 20,1% desde que asumió Milei: en US$2844 millones”, hizo notar al respecto el economista Amílcar Collante (Cesur).

En el inicio de abril la tendencia continuó. Con datos al día 8 y habiendo transcurri­do apenas cuatro jornadas hábiles, los depósitos llegaban a US$17,054 millones y los créditos, a US$5032 millones.

El mayor nivel de liquidez en esa moneda asegurado –para un sistema que ya se había mantenido muy líquido en los últimos años para responder a los retiros de los ahorristas– dispuso a los bancos a prestar, lo que hizo crecer en marzo la cartera de crédito en unos US$1200 millones (pasó de US$3732 millones a US$4928 millones, un aumento del 32%).

Así, la asistencia crediticia bancaria en esa moneda marcó su mayor nivel en más de 30 meses, y alcanzó un volumen no visto desde comienzos de octubre del 2021.

Se trata de un nivel de expansión mensual con pocos antecedent­es luego del fin de la convertibi­lidad, que fomentaba esas financiaci­ones, aunque en “argendólar­es”. De hecho, solo habían mostrado un nivel de crecimient­o mensual similar en enero del 2018, cuando la actividad económica marcaba uno de sus últimos picos en alza, antes de hundirse meses después por la corrida cambiaria que se dispararía desde fines de abril.

Eso estuvo apoyado en el auge que mostraron las prefinanci­aciones de operacione­s de comercio exterior (básicament­e, exportacio­nes), al crecer de US$2500 millones a US$3300 millones el stock total desembolsa­do.

El dato, que luce paradójico, ya que se registra mientras los depósitos y créditos en pesos siguen en caída, tiene anclaje en la dualidad que registra la economía inmersa en una fuerte recesión general, pero de la que escapan marcadamen­te actividade­s muy ligadas con el mercado externo, como la agropecuar­ia, la minería y la energética, y por lo mismo, “calificada­s” para tomar financiami­ento en dólares.

Vale recordar que, para evitar el descalce de monedas que produjo el colapso de la convertibi­lidad a fines de los 90, el marco normativo solo les permite a los bancos financiar en moneda extranjera a empresas exportador­as y sus vinculadas, o a aquellas que formen parte de su cadena productiva (proveedora­s), aunque, en este caso, si se cumplen determinad­as condicione­s.

Lo novedoso es que se trata de los rubros más vinculados al sector externo que, en las actuales circunstan­cias, muestran un grado de dinamismo (en febrero, por caso, el índice de producción industrial minera subió 13,4% respecto de igual mes de 2023), que se contrapone con la tendencia a la contracció­n de la actividad general (fue del -4,3% en enero, último dato oficial).

Los bancos no tardaron en notar ese cambio de escenario. “Desde fines de febrero venimos muy activos en tratar ofrecer asistencia a las empresas exportador­as, e incluso a las que no tenían tanto foco en el mercado externo y, en algunos casos, comenzaron a volcar hacia allí stock que, por la caída de consumo y actividad, no pueden colocar en la plaza local”, explicaron desde una entidad privada líder.

“La demanda de crédito en dólares está concretada básicament­e en la prefinanci­ación de exportacio­nes, aunque podrías asistir inversione­s pequeñas y medianas también. Pero, en general, las empresas que tienen experienci­a de mercado para esas iniciativa­s recurren a la colocación de Obligacion­es Negociable­s (ON)”, detalló otro ejecutivo del sector.

La lista de compañías que, en lo que va del año, buscaron financiami­ento entre los inversores comunes locales que buscaban poner a rendir sus dólares, en vez de recurrir a los bancos, es amplia. La tendencia fue encabezada por firmas del sector energético, como PAE, YPF Energía Eléctrica, Vista, Edenor y Compañía General de Combustibl­es y petrolera Aconcagua y Raghsa, y también incluyó a IRSA.

Es otro dato que muestran un mercado de dólares que va ganando dinamismo mientras su par en pesos no encuentra piso.

Los depósitos privados en pesos cayeron 3,6% real en marzo y sumaron ya “8 meses en baja”, según destacaron los analistas de la consultora LCG, que remarcaron que la contracció­n anual ya es del 39% real. La nueva baja estuvo explicada por la contracció­n del 9,2% que registraro­n los depósitos a la vista (-29,3% real anual), algo entendible porque, a pesar de la considerab­le desacelera­ción de la inflación, el índice continúa en niveles elevados, “lo que desincenti­va la tenencia de dinero sin remuneraci­ón”.

En contraposi­ción, tras siete meses de caídas consecutiv­as, los plazos fijos en pesos crecieron un 5,6% mensual real, pese a las tasas negativas. A su vez, los préstamos en pesos al sector privado se hundieron otro 5,4% mensual real en marzo, y acumulan 5 meses de contraccio­nes consecutiv­as y un descenso del 37,5% anual real en el último año.

 ?? Shuttersto­ck ?? En marzo siguió el rebote de los depósitos en dólares
Shuttersto­ck En marzo siguió el rebote de los depósitos en dólares

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina