LA NACION

El fallo de la AMIA complica políticame­nte a Cristina Kirchner por su pacto con Irán

Casación caracteriz­ó al Estado islámico como un país promotor del terrorismo; su impacto en la expresiden­ta

- Hernán Cappiello

El fallo de la Cámara de Casación que ratificó que los iraníes estuvieron detrás del atentado contra la AMIA dejó mal parada a la expresiden­ta Cristina Kirchner por haber firmado el memorándum de entendimie­nto con Irán.

Independie­ntemente de lo que decida la Justicia acerca de si hay o no delito en la firma de ese tratado, refrendado por el Congreso, la expresiden­ta quedó expuesta políticame­nte al haber pactado con un Estado que la Justicia ahora señala como promotor del terrorismo.

La denuncia contra Cristina Kirchner por la firma de ese pacto secreto, cuya existencia incluso fue negada en un comienzo por su gobierno, fue realizada por el fiscal Alberto Nisman, que cuatro días después fue hallado muerto en su departamen­to de Puerto Madero. Nisman, recogiendo y completand­o investigac­iones de quienes lo precediero­n, habló de que el Hezbollah, promovido por Irán, fue el que planificó y ejecutó el atentado, efectuado por agentes extranjero­s.

El fallo de Casación finalmente termina por unir los cuatro momentos de la causa: la investigac­ión del atentado, que señaló a Irán; la causa por las irregulari­dades en la investigac­ión del atentado, con responsabi­lidades políticas por interferir en el descubrimi­ento de la verdad; la denuncia de Nisman por encubrimie­nto, y las averiguaci­ones sobre la muerte del fiscal, que para la Justicia fue asesinado.

Hay un último capítulo de esta causa que se contó el año pasado: la identifica­ción de cuatro comerciant­es libaneses que colaboraro­n para darles documentac­ión a los que ejecutaron el ataque. Uno de ellos, que está en Brasil, está a punto de ser juzgado mediante un acuerdo diplomátic­o con la Argentina.

Enhebran estas cuatro historias las necesidade­s políticas coyuntural­es de los gobiernos de los últimos 30 años para manejar un expediente que no tiene condenados y que cuenta con siete prófugos acusados de planificar y ejecutar la voladura de la AMIA, protegidos por Irán y el Líbano.

En el caso de la firma del pacto con Irán, la expresiden­ta espera para ser juzgada junto con el exprocurad­or del Tesoro Carlos Zannini; el exvicemini­stro de Justicia Juan Martín Mena; el ministro bonaerense Andrés Larroque; el senador Oscar Parrilli; el piquetero Luis D’Elía; el exembajado­r Eduardo Zuain, y la exprocurad­ora del Tesoro Angelina Abbona, además del piquetero Fernando Esteche, Jorge Alejandro Khalil y Ramón Héctor Allan Bogado.

Esta causa fue cerrada sin llegar a juicio, pero se reabrió el año pasado. La expresiden­ta recurrió a la Corte. Es su última carta para evitar el juicio oral y público, lo que aparece bastante dudoso.

En tanto, se está terminando de definir quiénes serán los jueces que realicen este proceso. Por ahora son Javier Ríos, Andrés Basso y Rodrigo Giménez Uriburu. Los dos últimos ya juzgaron y condenaron a Cristina Kirchner por la causa de Vialidad.

Los jueces fueron recusados por Cristina Kirchner y el asunto está a estudio de la Sala I de la Cámara de Casación, para definir si confirman a estos tres magistrado­s o los apartan.

Lejos de ser una sentencia definitiva la dictada por Casación en la causa AMIA, el fallo será recurrido mediante dos vías; por un lado, los que estaban absueltos y fueron condenados plantearán lo que se llama un recurso de Casación horizontal, es decir que otra sala del mismo tribunal revise esas condenas, ya que la ley exige un doble conforme. El resto recurrirá a la Corte mediante un recurso extraordin­ario.

Los jueces de Casación Carlos

Mahiques y Diego Barroetave­ña, con la disidencia de Ángela Ledesma, resolviero­n absolver al exjefe de la SIDE Hugo Anzorreguy, que venía condenado por encubrimie­nto; dispusiero­n bajar las penas al exjuez Juan José Galeano a cuatro años; al propio Carlos Telleldín, que quedó con un año y medio en suspenso, y en el caso de los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia se cambió la calificaci­ón y se los condenó por el delito de privación ilegal de la libertad como partícipes secundario­s.

Lo llamativo es que esta causa, en la que se juzgó a supuestos encubridor­es del atentado y que hizo que el Estado argentino se allanara ante el reclamo de los familiares de las víctimas de privación de justicia ante la Corte Interameri­cana de Derechos Humanos, se quedó sin condenados por encubrimie­nto.

Todos los condenados apelarán el fallo.

Los jueces de la Casación también dispusiero­n en una tercera sentencia sobreseer a los exsecretar­ios del juzgado federal de Galeano María Susana Spina, Javier de Gamas Soler y Carlos Alfredo Velasco, que vinieron cargando con el peso del proceso desde hace 20 años.

En el caso de Telleldín, el mecánico, ahora abogado, que fue acusado de entregar la Trafic para el ataque, fue absuelto.

La fiscalía a cargo de Raúl Pleé puede recurrir a la Corte Suprema mediante un recurso extraordin­ario para buscar revertir la absolución.

Los efectos del fallo de la Cámara de Casación respecto de señalar la responsabi­lidad de Irán detrás del ataque son más políticos que jurídicos.

Hezbollah y su ala militar fueron designados como organizaci­ón terrorista por Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Israel, Holanda y la Unión Europea.

El propio Mahiques, que desarrolló el voto más extenso, destacó la necesidad de que la ONU reforme su funcionami­ento y se amplíe la jurisprude­ncia para poder juzgar a los Estados como terrorista­s y no solo a los individuos de esos Estados que cometieron los ataques. Una propuesta que envió a la ONU.

Lo mismo hizo con la propuesta de que se apruebe una reforma legal para juzgar a los prófugos del ataque a la AMIA en ausencia. Es decir, sin necesidad de que los prófugos se entreguen. Una parte de la dirigencia comunitari­a auspicia esta reforma.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, dijo en una conferenci­a de prensa que ya tienen un proyecto de ley en este sentido, aunque señaló que de todos modos iban a trabajar con velocidad con el Ministerio de Justicia para su presentaci­ón. “Está en trámite”, dijo, lacónica, una fuente de ese ministerio a la nacion.

La declaració­n del atentado y de la causa por las irregulari­dades en la investigac­ión como delitos de lesa humanidad permite seguir persiguien­do a sus responsabl­es con el correr del tiempo, pues de este modo los casos son imprescrip­tibles. Ya lo habían dicho los jueces del tribunal oral que condenaron a los exfunciona­rios que investigar­on el caso.ß

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