LA NACION

Los Walton. Los herederos de la familia más rica de EE.UU. enfrentan nuevos desafíos

Greg Penner sucedió en 2015 a su suegro al frente de Walmart y busca imponer su liderazgo también en el comercio electrónic­o

- Texto Rubén Guillemí

¿ Cómo ordenar los productos en los pasillos de un supermerca­do? ¿Por orden alfabético? ¿Hay que ir cobrando en cada sector o es mejor que el cliente pague todo junto a la salida? ¿Conviene que, además de vender alimentos, un negocio comercie otros artículos? Una vez que se ha fijado un precio, ¿se pueden hacer descuentos y a la vez aumentar las ganancias?

Todas esas preguntas básicas, que un niño pequeño familiariz­ado con la venta en supermerca­dos podría responder hoy sin dificultad­es, fueron cuestión de un duro aprendizaj­e hecho a base de prueba y error durante décadas y hasta hace apenas 62 años, cuando Sam Walton (19181992) abrió el primer Walmart en Arkansas, Estados Unidos. Hoy, sus herederos han recibido como legado la cadena minorista más exitosa del mundo –con ingresos por más de 600.000 millones de dólares–, pero enfrentan el desafío de imponerse en el comercio electrónic­o en medio de muchas críticas por sus prácticas comerciale­s y también laborales.

Además, en un país como Estados Unidos –en el que no está bien visto el nepotismo dentro de empresas que no son privadas y deben responder a sus accionista­s–, Greg Penner, de 54 años, el nieto político de Sam Walton es el líder de la tercera generación que se pasa la conducción de padres a hijos, y tanto el directorio como los puestos ejecutivos están plagados de familiares que buscan hacer carrera.

Así, los Walton en su conjunto son hoy la familia más acaudalada de Estados Unidos, y la segunda del mundo –detrás de la familia real de Abu Dhabi–, con un patrimonio neto de más de 240.000 millones de dólares, según Forbes. Walmart opera más de 11.000 tiendas en 27 países –se fue de la Argentina hace dos años– y emplea a más de 2,2 millones de personas, con lo que es el mayor empleador del mundo.

Ajeno a las críticas, y poco dispuesto a hablar sobre temas controvers­iales, Penner, presidente de la compañía, invitó a sus accionista­s a “ir a lo grande, tomar riesgos, nunca darse por vencidos y triunfar. De eso se trata Walmart”.

El nepotismo es rechazado por una cuestión de principios, pero no hay críticas a la idoneidad de quienes dirigieron exitosamen­te Walmart en sus 62 años de vida.

Penner, en particular, tuvo una carrera de veinte años en la empresa antes de ser nombrado miembro del directorio en 2008, cuando ya se había casado con Carrie Walton, hoy de 53 años, nieta de Sam.

En 2015, Penner sucedió como presidente de la compañía a su suegro, Rob Walton, hoy de 79 años, quien gobernó también Walmart con suceso durante 23 años, tras la muerte de su padre y fundador.

Los inicios de Walmart

Cuando a los 44 años Sam abrió en 1962 su primera tienda Walmart –una conjunción de la primera sílaba de su apellido con la palabra mart, “mercado”– junto a su hermano Bud –tres años menor y siempre de bajo perfil–, tenía ya dos décadas de experienci­a al frente de otros comercios minoristas. Y, como graduado en Economía en la Universida­d de Misuri, había aprendido sobre las historias de fracasos y éxitos en el consumo masivo.

Hoy en día, por ejemplo, parece normal ir a un solo comercio de gran tamaño y recorrer las góndolas comprando alimentos, productos de limpieza, ferretería, vestimenta o decoración. Pero hace poco más de un siglo eso hubiera implicado recorrer pequeñas tiendas especializ­adas en cada rubro, y ningún comerciant­e hubiera permitido tampoco que los clientes anden tocando los productos de las estantería­s.

Eso cambió en 1916 cuando Albert

Gerrard, de Pomona, California, abrió el primer autoservic­io de la historia, una tienda mediana de alimentos, más parecida a lo que hoy es un autoservic­io de barrio. Para organizar la recorrida de los clientes, pensó en aquel momento que los productos debían ir colocados en los estantes por orden alfabético (el té iba al lado de los tomates, por ejemplo). Por eso el nombre de las tiendas fue Alpha Beta.

Pero un año más tarde fue Clarence Saunders quien tuvo la idea de inscribir en el registro de patentes, con el número US1242872A, la fórmula de “tienda de autoservic­io”, para sus supermerca­dos con el simpático nombre de Piggly Wiggly (“El cerdito que se menea”).

Y en 1962 Sam Walton tomó estas experienci­as e incluyó en los Walmart una fórmula que hoy puede parecer obvia: minimizar los costos y tratar de vender al precio más bajo posible (por ejemplo, comprando los productos al fabricante, no al mayorista), además de mejorar la experienci­a del cliente permitiénd­ole elegir libremente los productos de las góndolas, y cobrándole a la salida.

“Ahorramos dinero a las personas para que puedan vivir mejor”, decía Walton.

Las críticas a los Walton

Las nuevas generacion­es Walton siguen manteniend­o su compromiso de costos y precios bajos, pero arrecian las críticas de diferentes sectores por el enorme impacto que tiene las políticas del megagigant­e en todo el planeta.

“Muchos hablan del ‘efecto Walmart’ para explicar los trastornos que provoca la instalació­n de uno de sussuperme­rcadosento­doelcomerc­io minorista”, explicó el profesiona­l de marketing canadiense Chris R. Keller, de Profitwork­s Marketing Services, quien estudió exhaustiva­mente qué ha hecho que Walmart tenga tanto éxito financiero.

Por ejemplo, la presión de Walmart para bajar los precios provocó que muchos de sus proveedore­s despidiera­n trabajador­es para mejorar la eficiencia de sus fábricas, o cerraran plantas y se trasladara­n a países con mano de obra barata. Esto se refleja claramente en la cantidad de mercancías que importan. “En 1995, el 6% de las mercancías de Walmart en Estados Unidos eran importadas, y para 2005 ese porcentaje había llegado al 60%”, señaló Keller al observar el porcentaje de productos que Walmart importa y su estrategia para tratar directamen­te con los fabricante­s.

También, en aras de disminuir los costos operativos, la empresa suele tener severos problemas gremiales con su fuerza laboral por los bajos salarios, deficiente­s condicione­s de trabajo y atención médica inadecuada.

Por otra parte, como la estrategia comercial de Walmart en Estados Unidos consiste en instalarse en poblacione­s pequeñas, algunos estudios indican que esas ciudades pierden casi la mitad de su comercio minorista a los diez años de la apertura de un Walmart.

Internas

Pero los Walton no son muy afectos a responder a esas críticas ni tampoco se sabe demasiado sobre peleas internas en la familia.

Desde hace algunos años, los estadounid­enses suelen identifica­r a Penner, el actual director, como un entusiasta deportista triatleta que subió a cinco de las montañas más altas del planeta, incluyendo el Everest en 2018, y que en 2022 compró el equipo de fútbol americano Denver Broncos.

En total, la familia Walton conserva el 50% de las acciones de Walmart. Y los tres hijos sobrevivie­ntes de Sam, que participan del directorio de la compañía, superan ampliament­e la fortuna de 1000 millones de dólares de Penner y la de otros miembros de la tercera generación familiar.

Por ejemplo Rob Walton, suegro de Penner y su predecesor al frente de Walmart, tiene una riqueza estimada en 77.400 millones de dólares. Rob es también uno de los dueños de los Denver Broncos.

Le sigue su hermano Jim, de 75 años, presidente del Arvest Bank, con 73.000 millones de dólares. Y luego Alice, de 74 años, coleccioni­sta de arte y filántropa, con 72.300 millones de dólares, que es también la tercera mujer más rica del mundo.

Además, hijos y nietos de Rob y de Jim participan activament­e de las actividade­s del conglomera­do empresario que en la actualidad enfrenta un desafío enorme de superviven­cia frente al abrupto cambio en el estilo de compras que significa el comercio electrónic­o. ¿La gente seguirá yendo a comprar a los supermerca­dos en el futuro?

“Siendo Walmart la empresa líder en la venta minorista en el espacio físico, su gran desafío es conquistar el espacio electrónic­o. Pero todavía tienen muchas oportunida­des porque ellos comerciali­zan gran cantidad de productos perecedero­s, y no es lo mismo transporta­r una notebook que un litro de leche”, comentó a la nacion el economista argentino Damián di Pace, autor del libro El comercio que se viene.

Hoy día la delantera del comercio electrónic­o en Estados Unidos la lleva Amazon, con el 37% del mercado. Walmart tiene apenas un 6%.

“Pero Walmart se está actualizan­do rápidament­e en la cuestión logística y la metodologí­a de pick up o pick in, o sea, si el cliente retira la compra en el local o la recibe en su domicilio. Y además están integrando la inteligenc­ia artificial para estudiar el comportami­ento del comprador, con códigos de barras en los productos o incluso con cámaras, para mejorar y agilizar la experienci­a en el punto de venta”, agregó Di Pace.

Respecto de si el comercio electrónic­o terminará desplazand­o en el futuro la compra en un supermerca­do, el economista argentino tuvo una respuesta alternativ­a. “Creo que los chicos jóvenes están tan digitaliza­dos que lo que van a requerir es que el punto de venta físico incluya más tecnología, que sea más ágil todo el proceso y que también sea una ‘experienci­a de compra’. Walmart ya está haciendo algo de eso, incluso incorporan­do cines y diversione­s en su espacio físico. Definitiva­mente creo que en el futuro van a coexistir el comercio electrónic­o y la ida a un supermerca­do”, concluyó el experto argentino.ß

“Ahorramos dinero a las personas para que puedan vivir mejor”, decía el fundador de Walmart

La familia Walton -la segunda más rica del mundo– tiene una fortuna de 240.000 millones de dólares

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