LA NACION

US$7 millones: el costo adicional de la huelga en los puertos

Las multas que se cobran por los atrasos en la carga de exportacio­nes rondan los US$100.000 por día

- Paula Urien

Un día sin actividad en los puertos no es gratis. Les costará a los exportador­es, según Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera y del Centro de Exportador­es de Cereales (Ciara-CEC), US$100.000 por barco por día solo en concepto de multas. La Argentina está en plena temporada exportador­a por el incremento de la comerciali­zación de soja y maíz, por lo que se duplica la cantidad de barcos que llegan para llevar la mercadería al exterior.

Pero esto no es todo. También se perjudican las sufridas economías regionales y los pequeños productore­s. Desde la mirada externa, el país pone en juego su reputación por el incumplimi­ento de sus compromiso­s con los mercados externos.

“Hay un cese de operacione­s en todos los puertos. Los sindicatos han adherido. Hay costos por retrasos, es decir, no se pierde la carga, sino que los retrasos que cobran las agencias marítimas por cada barco son alrededor de US$100.000 por día. Tenemos 22 barcos con carga esperando y con un día de retraso como mínimo por el paro. Se suman otros 50 barcos en la línea de espera entre el río Paraná y el Río de la Plata, y esos también cobran el día de espera. Por eso son aproximada­mente unos US$7 millones por día en costos de demora”, asegura Idígoras.

Las multas responden a que hay una suerte de “efecto mariposa”. En este caso, el aleteo del paro sindical afecta a parte de la cadena global de importacio­nes y exportacio­nes: los barcos tardarán más en llegar a destino y no cumplirán con los plazos programado­s. Los compradore­s internacio­nales no tendrán el producto en las condicione­s pactadas. Hay que recordar que la Argentina, a la hora del comercio por vía marítima, es un país “lejano”, lo que de por sí funciona como una desventaja competitiv­a. Si se suman estos retrasos por razones que no son climáticas, el país deja de ser atractivo para hacer negocios.

¿Quién paga la multa por día a los barcos retrasados? El exportador, que luego intentará recuperar ese dinero trasladand­o costos al mercado interno, que, en definitiva, terminarán pagando los argentinos.

Para Marcelo Elizondo, economista y referente en negocios internacio­nales, es más de un día lo que se pierde por jornada de paro. “Todo lo que se hace en un día no se recupera en una sola jornada de trabajo. Hay un encadenami­ento de retrasos en logística, transporte y almacenami­ento. También hay múltiples problemas comerciale­s. Por falta de cumplimien­to, la empresa exportador­a puede perder a su cliente”, advierte. “El contrato que existe hoy no se pierde, pero está el problema de ser elegible para operacione­s futuras”. Además, hay productos perecedero­s, que requieren frío, con gravísimo perjuicio para las economías regionales.

“Acá hay un problema reputacion­al”, sigue Idígoras. “Cuando sale mercadería, por ejemplo, maíz, trigo, harina de soja, etcétera, hay un comprador que tiene un programa de entrega para abastecimi­ento, industrial­ización, comerciali­zación etcétera que también se pone en riesgo. El país se transforma en un “puerto sucio” a causa de los conflictos. No se puede cumplir en tiempo y forma, y esto hace que la mercadería argentina pierda valor de exportació­n. En segundo lugar, empezás a perder negocios a futuro”, asegura.

Desde la Cámara de Puertos Privados Comerciale­s hablan de una paradoja para los trabajador­es. Dicen que frenar la actividad puede generar un perjuicio a los propios empleados que se intenta defender, porque es un agujero enorme para los empresario­s, que pueden decidir dejar la actividad o emplear a menos gente. “Estamos en plena cosecha, es el momento de trabajar, cargar los camiones, no es momento de cortar el flujo. Es el pico de trabajo para el comercio exterior. Cada barco tiene un reloj, hay un tiempo para cargar, y si se demora hay costos”, explican.

Para el abogado laboralist­a Julián de Diego, este paro general es ilegal, porque “para que sea válido tiene que haber un agravio que alcance a todos los sectores”. Y remata: “Este es un paro político”. Mientras el Gobierno anunció que se les descontará el día a los estatales, desde Ciara-CEC aseguran que también se descontará el día a quienes adhieran al paro. Son unas 23.000 personas.

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