Lula promete US$10.000 millones para Rio Grande do Sul
Advirtió que las necesidades se conocerán cuando baje el agua
BRASILIA.– El gobierno de Brasil anunció ayer un paquete inicial de ayuda de 10.000 millones de dólares a favor del estado de Rio Grande do Sul, afectado por una inundación que causó al menos 107 muertos y 136 desaparecidos, y devastó la economía local.
Así lo anunciaron el presidente Luiz Inacio Lula da Silva y el ministro de Finanzas, Fernando Haddad, con ocasión de la firma del decreto ejecutivo que contiene las medidas. La disposición, que ya ha entrado en vigor, deberá ser aprobada por el Parlamento en un plazo de 120 días.
Los recursos están destinados a los aproximadamente 3,5 millones de habitantes que han sufrido pérdidas. El objetivo de esta fase es atender a empleados, beneficiarios de programas sociales, productores rurales, empresas y municipios.
La próxima semana se espera la firma del acuerdo para la suspensión del pago de la deuda de Rio Grande do Sul al gobierno central y nuevas medidas para los ciudadanos afectados.
Los fondos servirán principalmente para la entrega de créditos a trabajadores, empresas y municipios afectados por el desastre climático.
Más temprano, el gobernador de Rio Grande do Sul, Eduardo Leite, había estimado que se necesitarán al menos 3700 millones de dólares para reconstruir el estado.
Ya el fin de semana Leite, que describe unas inundaciones de efecto y extensión “devastadores”, habló de la necesidad de “un plan Marshall” de reconstrucción.
“Vamos a tener que prepararnos porque veremos el tamaño de los problemas cuando el agua baje y los ríos vuelvan a la normalidad”, dijo ayer Lula.
“Mucha gente perdió mucho y tenemos que tener eso en cuenta”, añadió.
El mandatario agregó que las necesidades de Rio Grande do Sul solo se conocerán cuando bajen las aguas.
Una propuesta aprobada por el Congreso allanó el camino para que los gastos relacionados con la catástrofe no se incluyeran en el cálculo del objetivo oficial del gobierno de eliminar su déficit primario este año.
Sin embargo, como las medidas también implican nuevos gastos, ejercerán presión sobre la deuda pública, un impacto que la ministra de Planificación, Simone Tebet.
Haddad dijo que el ambicioso paquete de ayuda tendrá un impacto fiscal de 1490 millones de dólares.