El sector minero espera la Ley Bases y hace dos advertencias
Hay expectativa por el RIGI, si bien destacan que no cabría aguardar un “efecto inmediato”; mala situación de los no metalíferos
CÓRDOBA.– “Un segundo motor para la economía”; “un auto con el freno de mano puesto”. En el mundo de la minería abundan las metáforas sobre el potencial de la actividad en la Argentina y se entusiasman con una estimación: si se vuelven operativos los seis proyectos de explotación de cobre que están en estado de desarrollo avanzado –tres en San Juan, uno en Mendoza, uno en Salta y uno en Catamarca–, el país podría generar alrededor de US$10.000 millones anuales en exportaciones.
Sin embargo, también son cautos. Fuentes del sector indicaron que si bien el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones –RIGI–, con media sanción del Congreso como parte de la Ley Bases, significaría un incentivo importante, no hay que esperar un “efecto inmediato”.
Roberto Cacciola, presidente de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), dijo en una reunión con periodistas de la que participó que la minería LA NACION puede ser un motor más de la economía argentina, pero no viene a salvar al país: “No esperen que después de que salga el RIGI, si sale, se tomen decisiones inmediatas. Los inversores miran también qué pasa en 2025, 27, 29… Tenemos que transitar un camino de seguridad. Hay cuestiones que afectan la estabilidad fiscal de algunos de estos proyectos. Es buenísimo el RIGI, lo estamos esperando todos, pero hay mucho para resolver: temas de competitividad, carga fiscal, atraso cambiario, un montón de cuestiones que hacen que al país se lo mire distinto a como se mira a Chile o a Perú, que tienen años de estabilidad macro”.
Por otro lado, Cacciola también destacó el mal momento que está pasando la minería no metalífera. “Algunos sectores están golpeados. Todo lo que es minerales industriales está en una situación muy compleja por la caída drástica de la obra pública”, dijo.
Según datos de CAEM, las exportaciones metalíferas actuales significan alrededor de US$4000 millones anuales; la producción nacional de minerales industriales –rocas, cemento, cal aplicados a la construcción–, genera una cifra similar, lo que da dimensión al problema.
Este último tipo de minería es fuerte en la provincia de Buenos Aires y en la de Córdoba, donde, justamente, anteayer CAEM celebró el Día de la Industria Minera.
El evento congregó a más de 350 personas, incluyendo a los gobernadores de las provincias de Córdoba, Martín Llaryora, y de San Juan, Marcelo Orrego. Además, habló el nuevo secretario de Minería, Luis Lucero, nombrado hace un mes. En línea con la lectura que se hace desde el sector empresarial, Lucero resumió la intención de su gestión así: “Queremos cambiar la legislación que adopta la solución simplista de la prohibición de la actividad. Queremos que se asiente en datos y no eslóganes. Y proponemos que los proyectos de ley prohibitivos que causan daño económico se hagan cargo de ese daño. Hay una enorme expectativa de inversores. Nuestra intención es no desaprovecharla y sacar de la pobreza a los argentinos”.