El santafesino que renueva la ópera del mundo
For export. El escenógrafo Nicolás Boni comenzó en Rosario, pasó al Colón y hoy se destaca en las principales salas internacionales
Con un árbol de telgopor para La Bohème. Así, con ese requerimiento, comenzó su carrera, primero como realizador y después como diseñador de escenografía. Sucedió a principios de los años 2000, en Rosario, cuando una profesora de la universidad le pidió a Nicolás Boni que desarrollara esa pieza para la popular ópera de Giacomo puccini que se estaba montando en el Teatro El Círculo.
Fue en ese coliseo donde, justamente, inició el viaje de más de dos décadas que lo volvió protagonista en salas teatrales del mundo entero, por caso el Teatro Colón, donde arrancó con Pelléas et Mèlisande, siguió con Rigoletto y el año pasado sobresalió con Madama Butterfly, además de los trabajos que hizo en Italia, Bélgica, portugal, Hong Kong y China, entre otros lugares.
“Me acostumbré a diseñar cosas grandes”, señala desde Madrid -en diálogo con la nacion- mientras ultima detalles para La verbena de la Paloma, de reciente estreno en el Teatro de La Zarzuela. Labor que coincide con otras dos puestas que no hacen más que reconfirmar lo prolífico, pero sobre todo lo versátil que es Boni como para poder pasar de la recreación de los Alpes suizos que aparecen en La novicia rebelde en el Teatro Riachuelo en Río de Janeiro, al atelier de alta costura donde transcurre la reversionada Carmen, de Georges Bizet en el Teatro Municipal de San pablo. A eso hay que agregar el descomunal despliegue que se pudo ver en la gira Autopoiética, de la cantante Mon Laferte, por estos días en el Madison Square Garden, y a -por qué no- anticipar el deleite en las escenas que prepara para el II Trittico de puccini que lo llevará a hacer lo propio en Bologna, a razón del aniversario de los 100 años de la muerte del autor italiano.