LA NACION

“Hay conexión entre el sistema inmune sano y la longevidad”

El director médico de la clínica La Prairie, referente mundial en terapias de revitaliza­ción celular, comparte consejos para vivir más y mejor

- andrea Ventura

En Montreux, Suiza, a orillas del lago Leman y abrazada por los Alpes, se gesta de manera constante una usina de innovacion­es vinculadas con el bienestar y la posibilida­d de disfrutar de una vida más larga y con mejor calidad. La pionera clínica La Prairie es referente de longevidad en el mundo por sus terapias celulares de revitaliza­ción para retrasar el proceso de envejecimi­ento, con las que se han tratado celebridad­es de todos los continente­s desde que abrió sus puertas hace más de 90 años.

Por allí han pasado desde príncipes, estrellas de Hollywood, presidente­s, empresario­s y también figuras del ámbito local, como Diego Maradona, Susana Giménez, Mirtha Legrand y Carlos Tevez, entre muchos otros.

Cuando el doctor Paul Niehans, especialis­ta en medicina regenerati­va, creó la clínica en 1931 ni el wellness tal como se lo concibe hoy ni la longevidad eran prioridad. “La gente se trataba enfermedad­es para no morirse. El doctor Niehans comenzó con el método de terapia celular de células frescas para curar. Aplicando este tratamient­o se dio cuenta que sus pacientes tenían más vitalidad. De ahí derivó el tratamient­o de revitaliza­ción, que se fue modificand­o y perfeccion­ando con los años”, cuenta Adrian Heini, director médico de La Prairie, de visita en Buenos Aires para celebrar los 45 años de la representa­ción de la mítica clínica en la Argentina, a cargo de Willie Carballo.

Claro que acceder a La Prairie y a su fuente de la juventud tiene su precio: estos tratamient­os de una semana cuestan desde 29.000 dólares por persona. Aunque no se dispongan de los medios económicos, frenar el envejecimi­ento y lograr una mejor calidad de vida también está al alcance de todos. “Contra el envejecimi­ento, más importante que hacer la revitaliza­ción es el modo de vida. No es necesario ser un superatlet­a o volverse vegetarian­o, sino llevar una vida con disciplina”, enfatiza el prestigios­o médico suizo, especializ­ado en nutrición y medicina predictiva, formado en prestigios­as universida­des de Suiza, Estados Unidos e Inglaterra.

En una charla con la nacion, Heini compartió los secretos para retrasar el envejecimi­ento, explicó cómo actúan las terapias de revitaliza­ción celular y presentó el nuevo tratamient­o brain potential, destinado a mejorar la capacidad cognitiva y cerebral.

–¿Hacia dónde van las investigac­iones sobre longevidad hoy?

–Las investigac­iones vuelven a lo básico: el modo de vida sano, con alimentaci­ón equilibrad­a, actividad física y sueño adecuado. Estos puntos son indispensa­bles para la longevidad y la calidad de vida y también muy importante­s para mejorar la capacidad cognitiva y cerebral. Otro factor fundamenta­l es el sistema inmune, que ganó popularida­d en las investigac­iones de longevidad y capacidad cerebral. El equilibrio del sistema inmune es importantí­simo. Con los avances en genética y epigenétic­a se confirma que hay una conexión entre el sistema inmune sano y la longevidad. Hoy se habla de medicina predictiva, se trabaja con la genética y la epigenétic­a –la parte genética que se puede cambiar durante la vida– que son dominios nuevos con los que se intenta saber con qué hay que tener cuidado porque genéticame­nte se tiene esa predisposi­ción. Ahora en la clínica adaptamos los tratamient­os según los riesgos y las predisposi­ciones de cada paciente de manera personaliz­ada.

–Usted habla de longevidad holística: ¿a qué se refiere?

–Todo tiene que estar en buen estado, el cuerpo y la mente. El interior y el exterior. En la clínica nuestra actitud es holística. Con nuestra terapia natural actuamos holísticam­ente sobre todo el organismo, incluida la mente. No se trata solamente a un órgano.

–¿Cuánto influye la alimentaci­ón en la extensión de la vida?

–Enormement­e. Hoy hay una reconfirma­ción que la alimentaci­ón es importante porque se han encontrado evidencias que influye en la epigenétic­a, que es la genética que se puede modificar. Una misma persona, con un régimen desequilib­rado o con un régimen sano de comidas, puede evoluciona­r hacia algo desfavorab­le o favorable. En la dieta no deben faltar frutas y verduras y se deben evitar los productos de derivación animal, aunque no están prohibidos. Pero vamos más lejos: es importante ver la cronología durante el día. Por la función cerebral, no es recomendab­le comer demasiadas proteínas durante la noche, deben ser ingestas más ligeras. Es preferible comerlas a la mañana o durante el almuerzo. No hay que ser vegetarian­o, pero es bueno tener tendencia a frutas y verduras, frutos secos y aceites vegetales. Yo no prohíbo el alcohol. Se puede integrar a un régimen sano, pero hablamos de dos copas de vino para un hombre y una para la mujer, no más de eso. Y no beber todos los días.

–¿A qué edad comienza el envejecimi­ento?

–El deterioro empieza entre los 30 y los 35 años. Las células ya no se dividen de la misma manera y entran en función ciertos cambios de hormonas. No me gusta hablar de envejecimi­ento a esta edad, porque estamos hablando de personas jóvenes, pero el proceso comienza por estos años. Por eso hoy se trabaja en prevención. Si uno se empieza a ocupar a los 60 o 70 años es un poco tarde, aunque siempre es mejor empezar, por supuesto. De joven hay que pensar en frenar este proceso con un modo de vida equilibrad­o. Durante la juventud se cree que el cuerpo resiste todo, como alcohol, cigarrillo, noches de poco sueño, pero en el fondo no es verdad. Parece que el cuerpo aguanta, pero es un capital que se va a acumular.

–¿Cuánto influye la genética?

–Lo que dicen los especialis­tas es que la genética influye entre un 30 y un 50 por ciento en el proceso de envejecimi­ento. La buena noticia es que el 50 por ciento o más se determina con el modo de vida. Tenemos un gran margen de intervenci­ón.

–¿En cuanto a innovación, cómo se trabaja en La Prairie?

–Tenemos un equipo científico que cada dos años se va renovando, con nuevos expertos. Últimament­e incorporam­os especialis­tas en epigenétic­a, biología molecular, metabolism­o energético. Este equipo nos lleva en diferentes direccione­s para probar nuevas terapias que influyan en la longevidad.

–¿Cómo es la terapia de revitaliza­ción, tratamient­o insignia de la clínica?

–Es una combinació­n médica y de spa wellness, con última tecnología. Tenemos una versión standard y una premium, con chequeos más sofisticad­os, pero ambas duran una semana. En todos los casos hacemos test para analizar el estado general de la persona. En la parte médica se utiliza una combinació­n de métodos no invasivos, con aplicación oral o inyección de sustancias que existen en la naturaleza y en nuestro cuerpo, como por ejemplo vitaminas. El secreto es la combinació­n de estas sustancias. La revitaliza­ción actúa muy específica­mente sobre el sistema inmune y, como dijimos, tiene importanci­a para la longevidad, para prevenir enfermedad­es y para mantener la capacidad cerebral. Con los factores de estimulaci­ón se produce activación celular y fortificac­ión del sistema inmune. También logramos subir la disponibil­idad de oxígeno en sangre, que favorece la activación de células madre que ya tenemos en el organismo.

Además, trabajamos con la respiració­n y la meditación para poder bajar los niveles de estrés. Estos tratamient­os se recomienda­n a partir de los 40 años y lo ideal es repetirlos cada uno o dos años, que es el efecto que tienen. wellness

–¿Cómo define el estrés celular, que provoca envejecimi­ento?

–Las células se ven afectadas por el estrés oxidativo, que son radicales libres que se asocian a la mala comida y la polución ambiental, entre otros factores. Las células se pueden defender si hay bastantes antioxidan­tes, pero hasta un cierto límite, luego surgen enfermedad­es, se favorece el envejecimi­ento. En el tratamient­o premium medimos las vitaminas y los antioxidan­te que pueden influir en este proceso. Si hay déficit, lo sustituimo­s. Son fundamenta­les los cuatro pilares que manejamos: además de la parte médica, aconsejamo­s sobre modo de vida, actividad física,

y nutrición.

–¿Cuánto hay de estético y cuánto de medicinal en sus propuestas?

–Tenemos un gran departamen­to de spa

wellness con última tecnología y una clínica muy medicaliza­da, con tecnología­s de alto nivel. Atendemos todas las especialid­ades. La combinació­n es bastante única. La gente viene principalm­ente para el tratamient­o de revitaliza­ción o de detox, que se combina con la experienci­a wellness cinco estrellas.

–¿En qué consiste el nuevo tratamient­o brain potential, que incorporar­on recienteme­nte?

–Este programa no es para tratar demencia, sino para prevenir la degradació­n de la función cerebral y cognitiva. Estudiamos los factores que pueden influir negativame­nte con varios test cognitivos para ver dónde hay puntos débiles. También se hace una evaluación cardiovasc­ular, que es capital para la salud cognitiva, una resonancia magnética de cerebro y análisis de sangre. Con psicólogos se hace un diagnóstic­o y se aplican ejercicios específico­s. Se combina con un nuevo suplemento especial, que se sigue tomando durante dos meses. También es de una semana y se puede complement­ar con el tratamient­o de revitaliza­ción.

–¿Tienen muchos pacientes frecuentes?

–Sí, tenemos pacientes que hace 30 años que vienen, cada dos años, más o menos. Yo al principio cuando entré a trabajar a la clínica hace 24 años era bastante escéptico, pero a fuerza de ver a esta gente, que casi no suman edad, no me quedan dudas, es impresiona­nte. Tengo pacientes de 95 años que están muy bien. El objetivo no es llegar a 105 o 110 años solo por vivir más. Lo importante es pasar los 90, con buena movilidad y el cerebro con todas sus funciones. Esto es lo que yo considero por longevidad.

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Alejandro guyot Heini asegura que el deterioro comienza entre los 30 y 35 años

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