EL CIMBRONAZO CULTURAL DE TANGO FEROZ
SE ESTRENÓ EL DOCUMENTAL QUE RECORRE EL INESPERADO ÉXITO DE LA PELÍCULA DE MARCELO PIÑEYRO, INSPIRADA EN LA LEYENDA DE TANGUITO
“Leyenda feroz” es un documental de Mariano Frigerio y Denise Urfeig en el que, treinta años después, diseccionan “Tango feroz”, la exitosísima ópera prima de Marcelo Piñeyro que reventó los cines y puso al rock argentino a hacerse muchas preguntas.
El documental tuvo su estreno mundial en la sección Cine sobre Cine de la reciente edición del Bafici y se estrenó comercialmente el jueves pasado en 15 espacios INCAA de todo el país. Las imágenes de archivo y las entrevistas a casi todos sus protagonistas reviven los avatares del largo proceso de producción: la pelea contra la trituradora de la inflación; las diferencias entre el director y el primer guionista; el casting con debutantes; el obstáculo que cambió el destino del homenaje a Tanguito. Claro, el rechazo de Litto Nebbia a que sonara “La Balsa” –el primer hit del rock de acá, coescrito en el baño del bar La Perla– forzó a Piñeyro a dar un giro narrativo. Y la recontra pegó. Un suceso inesperado, un abrazo entre el consumo y la marginalidad, “El amor es más fuerte” colado en todos los parlantes del país, polémicas en los medios, actores y actrices en plan fama, tapas de revistas, guiños callejeros, críticas impiadosas y ¡más de un millón setecientas mil entradas vendidas!
Marcelo Piñeyro convocó a la escritora Aída Bortnik [dos de sus películas como guionista ya habían sido candidatas al Oscar,
La tregua y La historia oficial, que lo ganó] para reescribir el libreto y la decisión de transformarlo en una obra de ficción fue liberadora: ya no era necesario encontrar correspondencia con algo real.
¿Fue eso lo que logró el impensado cimbronazo cultural? Luego de tres décadas, algunos interrogantes siguen en pie. ¿Qué elementos la volvieron un fenómeno de culto? ¿Los jóvenes se sintieron interpelados por la mezcla de canciones nuevas con clásicos? ¿Cómo se construye un fan? ¿El menemismo le dio efecto de resistencia a la romantizada protesta y las emotivas reuniones en sótanos que muestra Tango feroz?
¿Esa cárcel con mandalas, aquellas desnudeces de Fernán Mirás y Cecilia Dopazo, esta corrida por las galerías del centro, la terraza del Colón y la represión policial de fondo?
Por suerte, el documental que acaba de estrenarse no quiere responder con certezas. Es más, se anima a visitar las disidencias y no todo es un amor de primavera. Así, vemos a Javier Martínez [baterista fundador y líder de Manal, quien falleció hace unos días] y a Pipo Lernoud [poeta, periodista y compositor, considerado uno de los ideólogos del rock argentino] afirmar que en Tango Feroz no hay nada del Tanguito que ellos conocieron; Quintín justifica la crítica demoledora que publicó en la prestigiosa revista El Amante; el mismo Piñeyro es mostrado con matices contrastantes, miedos y felicidad, inseguridades y convicciones.
El director Mariano Frigerio rememora: “Cuando se estrenó la película yo tenía 12 ó 13 años. Era un suceso del que todo el mundo hablaba y, para nosotros, los más jóvenes, representaba el deseo de ver algo prohibido. Sabíamos que contenía desnudos y escenas de sexo; eso avivaba nuestro interés por verla. Convencí a mi padre y me llevó. Para mí, fue un descubrimiento del cine. Fue la primera película ‘de adultos’ que vi y me marcó para siempre. Además, fue mi puerta de entrada al rock nacional. Ese mismo año se publicó ‘El amor después del amor’ de Fito
Páez, que junto con ‘Tango Feroz’, fue la banda sonora de mis primeros años de adolescencia”.
Una que supimos todos
Es muy linda la secuencia en la que los autores de “El amor es más fuerte” recrean el momento en el que el productor Claudio Pustelnik les pidió que compusieran una canción para reemplazar a “La Balsa” en el núcleo de la historia. Fernando Barrientos y Daniel Martín –con inocencia, talento y desfachatez– supusieron que podían lograrlo en dos días… ¡y así fue! Con la voz de Ulises Butrón, los ademanes amorrisonados del Tango de Fernán Mirás le dieron una materialidad letal a la canción. En cada función, la audiencia la coreaba como si fuera la última vez (lo mismo pasaba con “Presente”, el clásico de Vox Dei que revivió en la voz de Barrientos).
Salvo Tanquito, los personajes que formaron parte de la historia real no aparecen, entre ellos Javier Martínez, quien fue uno de los que denegaron su autorización. Según él, la propuesta no tenía “ninguna seriedad biográfica ni respeto por el personaje” de Tanguito. En el guion original, sí aparecían. “Me dieron el argumento de la película, lo leí y vi que ahí no había ninguna verdad –dice en el documental–. Era un argumento de pura ficción, que por otro lado no me gustaba para nada. (...). Esa gente no sabe lo que es el rock porque proviene de una ideología que lo odia y lo despreció. Esa cabeza tienen”.
Litto Nebbia, coautor de “La balsa” junto con Tanguito, tampoco quiso ceder entonces los derechos de la canción. Y, a su modo, en el documental explica por qué. La película fue de todas maneras un suceso, más allá de las discusiones de entonces en el ambiente rockero.
“Yo tenía 15 años, estaba en tercer año de la secundaria y fui con mis amigas a verla. Salimos fascinadas con la historia de rebeldía y enamoradas de ese príncipe azul rockero que era Tanguito. Vivíamos en pleno menemismo, no parábamos de ir a manifestaciones por la educación pública y la película me atravesó por completo, me fanaticé enseguida. Además, fue el primer varón desnudo que vi, así que fue una experiencia iniciática en varios sentidos”, relata Denise Urfeig.
En consonancia con su compañero de dirección, agrega: “Luego de realizar ‘Carroceros’ [N. de la
R.: un documental sobre “Esperando la Carroza”], ambos estábamos interesados en continuar explorando el cine argentino en forma documental, ya que es un tema que nos apasiona. Fue él quien me propuso trabajar en ‘Tango Feroz’ y yo acepté de inmediato. Esta película representa un punto de inflexión en la historia de nuestro cine y es un hito para nuestra generación: todos recuerdan con quién la vieron, en cuál sala, cuándo adquirieron el CD, entre otros detalles. Además, fue la puerta de entrada al cine y al rock nacional para muchos jóvenes que desconocían esas canciones”.
Pueden robarte el corazón, cagarte a tiros en Morón, pueden lavarte la cabeza por nada. Cuidado al manipular esa frase, si la cantás va a acompañarte el resto del día.