Profundo dolor en las familias de las dos víctimas mortales

Sol Quirno, de 44 años, y su hija Camila, de 10, serán inhumadas mañana al mediodía

Las familias Quirno y Centeno Lappas están arrasadas por el dolor. Mientras lloran sin consuelo las pérdidas de Sol Quirno, de 44 años, y de su hija menor, Camila, de 10, sacan fuerza de su interior para apoyar a Nicolás, de 12, único sobreviviente de la tragedia de la Panamericana, y su padre, Federico Centeno Lappas, directivo de Farmacity.

Familiares, amigos y allegados hicieron llegar ayer mensajes de condolencias a ambas familias. Los padres y el esposo de Sol, que trabajaba en la importante inmobiliaria de su familia, dispusieron que los restos de la mujer y de su hija serán despedidos mañana, a las 12, en el Cementerio Parque Memorial.

La hermana de Sol vive en Nueva York y sus padres, en Uruguay, según pudo saber la nacion.

Sol Quirno fue alumna del colegio Northlands, donde ayer se repetían los comentarios entre excompañeros que todavía mandan a sus hijos a esa institución de excelencia de la zona norte del Gran Buenos Aires.

También habían hecho llegar sus condolencias a Federico Centeno Lappas y a Nicolás las familias de 5º grado del Colegio San Martín de Tours, adonde iba Camila. En ese establecimiento se realizó una misa en su memoria.

También hubo mensajes de condolencias de parte de la empresa Farmacity, donde Federico Centeno Lappas tiene un cargo directivo.

Él fue uno de los primeros en llegar a la escena de la tragedia. Lo llamó su propio hijo en cuanto logró salir del auto en el que habían quedado atrapadas su madre y su hermana. El chico sufrió un corte en una mejilla, además de politraumatismos, pero está fuera de peligro, según se informó.

Las otras víctimas de la tragedia están, en principio, fuera de peligro. El chofer del camión que llevaba el contenedor que volcó sufrió una fractura en un brazo y fue dado de alta ayer. Y dos chicos de 17 años que iban en otro de los autos siniestrados sufrieron politraumatismos.ß