Un fallo de La Haya aísla aún más a Israel
La Corte Internacional de Justicia (CIJ) exigió detener las operaciones en el sur de la franja; la ONU aclaró que la orden es vinculante, pero el gobierno de Netanyahu la desestimó
JERUSALÉN (Reuters).– En la última de una serie de medidas que acentuaron el aislamiento internacional de Israel por su conducta en la guerra en Gaza, la Corte Internacional de Justicia le ordenó detener sus ataques sobre Rafah. Pese a que el fallo del máximo tribunal de la ONU es vinculante, el gobierno de Benjamin Netanyahu lo desestimó y dijo que seguirá adelante con su ofensiva.
TEL AVIV.– La Corte Internacional de Justicia (CIJ) ordenó ayer a Israel detener sus operaciones militares en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, y dejó al país más aislado que nunca desde el comienzo de la cuestionada ofensiva lanzada hace siete meses sobre el enclave palestino.
El fallo de la CIJ cerró una muy mala semana para Israel en el plano diplomático, luego de que tres países europeos anunciaran que reconocerán el Estado palestino, y que el fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI) pidiera órdenes de arresto contra el primer ministro Benjamin Netanyahu, su ministro de Defensa y tres dirigentes del grupo terrorista Hamas (ver página 6).
“El Estado de Israel debe detener inmediatamente su ofensiva militar en Rafah y cualquier otra acción que pudiera infligir al grupo palestino en Gaza condiciones de vida que provoquen su destrucción física total o parcial”, afirma la sentencia de la máxima instancia judicial de Naciones Unidas, con sede en La Haya.
La CIJ también ordenó a Israel mantener abierto el cruce de Rafah para que los palestinos puedan recibir ayuda humanitaria “sin restricciones”. Por otro lado, exigió la “liberación inmediata e incondicional” de los rehenes secuestrados por Hamas en el ataque del 7 de octubre en suelo israelí y retenidos desde entonces en Gaza.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, afirmó que las sentencias de la CIJ son vinculantes y que las partes deben acatarlas. Pero el gobierno israelí desestimó la orden, rechazó los argumentos y continuó sus operaciones.
La oficina de Netanyahu descartó las acusaciones como “falsas, escandalosas y moralmente repugnantes”. “Israel está actuando sobre la base de su derecho a defender su territorio y a sus ciudadanos, en consonancia con sus valores morales y de conformidad con el derecho internacional”, afirmó en un comunicado.
Señaló además que las operaciones en Rafah no se llevarían a cabo de forma que “puedan infligir a la población civil palestina de Gaza condiciones de vida que puedan provocar su destrucción física total o parcial”.
La CIJ se pronunció con base en un pedido de Sudáfrica, formulado varios meses atrás, que sostiene que la ofensiva israelí en Gaza constituye un “genocidio”.
El fallo va en consonancia con las crecientes críticas de la comunidad internacional, que deploran la destrucción del enclave, las decenas de miles de muertos y los cientos de miles de desplazados.
La guerra, desencadenada por el ataque dirigido por Hamas contra comunidades de los alrededores de la Franja de Gaza, provocó un creciente abismo entre Israel y gran parte del resto del mundo, y graves tensiones entre el gobierno de Netanyahu y sus aliados más cercanos, incluido Estados Unidos.
Desplazados
Rafah, cerca de la frontera con Egipto, recibió a más de un millón de desplazados de sus hogares por el asalto terrestre israelí. Una orden de evacuación del Ejército, a principios de mayo, envió a cientos de miles de palestinos a partir de nuevo con lo puesto y buscar refugio en campamentos del centro de Gaza.
El gobierno y el Ejército israelíes afirman sin embargo que hacen todo lo posible para proteger a los civiles y acusan a Hamas de utilizar deliberadamente a los civiles como escudos humanos.
El ministro del Gabinete de Guerra, Benny Gantz, dijo tras comunicarse con el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, que Israel emprendió una “campaña justa y necesaria” en respuesta al ataque de Hamas y dijo que seguiría adelante a pesar de la sentencia.
“El Estado de Israel se compromete a seguir luchando para devolver a sus rehenes y prometer la seguridad de sus ciudadanos, donde y cuando sea necesario, incluso en Rafah”, dijo en un comunicado. El mismo Gantz tiene no obstante disidencias con Netanyahu, a quien el fin de semana pasado conminó de manera indirecta, durante un discurso, a tomar un nuevo curso de acción en el conflicto.
Hamas recibió por su lado positivamente la resolución, aunque estimó que Israel debería cesar su ofensiva en toda la Franja de Gaza y no solo en Rafah.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) informó ayer que menos de 1000 camiones con alimentos y otros suministros entraron a Gaza desde el 7 de mayo, cuando Israel comenzó sus operaciones militares en la zona de Rafah, incluyendo los pasos fronterizos.
La ONU estima que deberían entrar al menos 500 camiones diarios de ayuda y productos comerciales. En abril, entró un promedio de 189 camiones al día, la cifra más alta desde que comenzó la guerra.
La Casa Blanca señaló tras un contacto entre el presidente Joe Biden con su par egipcio, Abdel al Sissi, que Egipto está dispuesto a dejar entrar la ayuda por el paso de Kerem Shalim, en espera de que el cruce de Rafah vuelva a abrirse.ß
Benny Gantz
ministro del gabinete israelí
“el estado de israel se compromete a seguir luchando para devolver a sus rehenes y prometer la seguridad de sus ciudadanos, donde y cuando sea necesario”