La ciudad de Buenos Aires es ideal en vacaciones
Los próximos días, que son para una pausa en los estudios, viene bien recorrerla y conocerla más.
a Ciudad Autónoma de Buenos Aires ofrece numerosas propuestas para que los turistas que la visiten en estas vacaciones de invierno puedan recorrerla como lo hace un porteño y disfrutar de las costumbres que la convierten en una metrópolis muy especial.
"Nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas", dijo el novelista Henry Miller. Y, en ese sentido, una de las propuestas --que seguramente a él le encantaría-- es recorrer las ferias de libros usados y las librerías de la calle Corrientes, pletóricas de inhallables.
Si uno se cuenta entre las personas que adoran pasarse horas ojeando páginas y leyendo contratapas de libros, pasear por las ferias de usados puede ser un muy buen plan: las de Parque Rivadavia (Caballito), Plaza Italia (Palermo) y Plaza Houssey (Recoleta) son algunas de las más conocidas. Ahí se pueden encontrar miles de ejemplares y hasta cruzarse con ediciones totalmente agotadas.
Una oferta similar, que permanece hasta altas horas de la noche, son las librerías de nuevos, viejos y usados de la avenida Corrientes, donde pueden comprarse a muy bajo precio ejemplares que
Lya no están en venta en las tradicionales.
De día o de noche, una de las propuestas más tradicionales, que eligen muchos porteños al paso, es comer en los carritos, similares a foodtrucks, de la Costanera Norte.
Allí se pueden probar los clásicos choripanes y los sándwiches de bondiola o asado, con salsas caseras, mientras se ven despegar los aviones del aeroparque "Jorge Newbery" o se observa el lento transitar de los barcos que navegan por el Río de la Plata.
Andar en bicicleta o a pie por la ciudad permitirá descubrirla desde otra perspectiva, de forma rápida, accesible, sustentable y divertida.
Producciones teatrales, ciclos de música, proyecciones de cine, seminarios y talleres de distintas disciplinas, muestras de artes visuales, espectáculos de danza, circo y malabares, son algunas de las actividades artístico-culturales gratuitas que pueden disfrutarse en los espacios culturales de la ciudad.
Muchos porteños suelen recorrer los fines de semana los museos de la ciudad, que son muy diversos y tienen propuestas para todos los gustos, entre ellos, el Nacional de Bellas Artes (MNBA), uno de los más importantes de América Latina, por su arquitectura y el valor de su colección permanente, que ex- hibe obras de artistas como El Greco, Goya, Picasso y Rembrandt, entre otros.
También son dignos de conocer el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA); el Museo de Ar- te Moderno de Buenos Aires (MAMBA); el Museo Evita; el Museo Fernández Blanco, de arte colonial; el Museo José Hernández, de arte popular argentino; el Museo Quinquela Martín; y el Palais de Glace.
Hay bares porteños como el Tortoni y el Café de los Angelitos que fueron escenario de actividades culturales significativas y que por antigüedad, arquitectura o relevancia local, son considerados así.
Otra de las propuestas, siempre que no llueva, es la de escuchar a los músicos de la popularmente conocida como Plaza Francia, pero cuyo nombre real es Plaza Intendente Alvear.
Algunos bodegones llevan más de 100 años abiertos y constituyen una cita porteña infaltable. La oferta gastronómica de Buenos Aires, distinguida como Capital Iberoamericana de la Cultura Gastronómica 2016, es variada y riquísima y tiene en su configuración la herencia de los inmigrantes italianos y españoles.
Por último, no se puede abandonar Buenos Aires sin haber probado su excelente coctelería disponible en muchos lugares.
Un manjar. En los bodegones se comen buenos platos de pasta, pucheros pantagruélicos, otros a base de mariscos y pescados e infaltables cortes de carne a la parrilla.
¡El tango! Esta es una atracción especial para los turistas y existen muchísimos lugares donde se puede disfrutar de la música y del baile.
Andar en bicicleta o a pie por la ciudad permitirá descubrirla desde otra perspectiva, de una manera más rápida, accesible, sustentable y, a la vez, divertida.
¡La noche!. La ciudad mantiene su ritmo incesante y las barras sofisticadas, con tragos de autor, distinguen a la noche porteña, sobre todo en Palermo, Retiro y Recoleta.