Calles de tierra, un problema en todas las ciudades
Bahía Blanca tiene el 62% de sus cuadras en esa condición, según un trabajo de estudiantes de la UTN.
Mario Minervino
Ningún municipio bonaerense está en condiciones de dar una respuesta valedera para disminuir, de manera sustancial, la cantidad de calles de tierra en su planta urbana. Se trata de un mal de todos, resultado de crecimientos demográficos extendidos, de decenas de ba- rrios surgidos en la perifería y la falta de recursos propios para mantener un ritmo de ejecución acorde con ese aumento.
Bahía Blanca es una de las ciudades bonaerenses con mayor cantidad de cuadras de tierra: el 62% de su planta urbana está en esas condiciones.
El relevamiento tiene una interesante precisión, realizado de manera minuciosa por un grupo de estudiantes de Ingeniería Civil de la facultad regional Bahía Blanca de la UTN para su tesis final.
Según ese trabajo, la ciudad tiene 11.147 cuadras. De ese total, 4.749 tienen pavimento, el 90% de ellas ubicadas en el micro y macrocentro. El material más utilizado es el asfalto (66% de las cuadras), seguido por el hormigón (28%) y otras alternativas (6%). La tierra es la terminación de 7.598 cuadras.
La principal causa de esta situación deriva de nuevas urbanizaciones, surgidas en las últimas tres décadas, a partir de loteos impulsados por inmobiliarias o grupos desarrolladores, que si bien se ocupan de garantizar ser- vicios --electricidad, agua, gas, iluminación y hasta forestación--, siempre se desentienden del pavimento.
La comuna tampoco hace cumplir la ley provincial 8912, de Ordenamiento Territorial, que exige que "las zonas que se originen por la creación o reestructuración de núcleos urbanos podrán habilitarse solo después de completar su infraestructura".
En el caso del área urbana la ley refiere a agua corriente, cloacas, pavimento, energía eléctrica, alumbrado público y pluviales. En las zonas residenciales suburbanas el pavimento se exige en vías principales de circulación y se requiere "tratamiento de estabilización o mejorados" para el resto de las calles.
Pese a ser uno de los recla- mos más frecuentes, es curioso que en la mayoría de los municipios consultados la cantidad de calles de tierra no es un dato que se disponga con inmediatez. Incluso los principales responsables de Obras Públicas o Vialidad no tienen precisiones.
Junín, considerada la ciudad más importante del noroeste provincial, tiene 88 mil habitantes y 4.300 cuadras, el 52% pavimentadas. En los últimos años fue desmejorando su porcentaje en virtud de la creación de barrios suburbanos ("del otro lado de la vía", según afirman desde el municipio). En esos sectores se ubican 900 cuadras, todas de tierra.
Tandil tiene apenas 200 cuadras más que Junín, alcanzando las 4.500, para una población de 120 mil habitantes, aunque verifica uno de los porcentajes más elevados de calles de tierra con el 70%.
Tiene además dos situaciones particulares. Por un lado, una importante cantidad de calles adoquinadas. Por otro, una muy baja capacidad de ejecución de pavimento, estimada en un máximo de 20 cuadras al año.
Olavarría, con 112.000 habitantes, tiene 6.425 cuadras, de las cuales el 64% están pavimentadas.
En nuestra ciudad hay 11.417 cuadras en total, de acuerdo con el informe. De esa cantidad, 4.749 cuentan con pavimento.