Refugiados en el Mediterráneo
Es el único argentino de la tripulación del “Astral”, velero de lujo convertido en barco para salvar vidas de los que huyen de las costas de Libia. Una experiencia entre la vida y la muerte.
Agencia Coronel Pringles
El velero Astral saltó a la fama en los últimos meses gracias por la labor humanitaria que desarrolla en el Mar Mediterráneo, donde rescata refugiados africanos que huyen de la guerra y se adentran en las aguas a bordo de un gomón para llegar a las costas europeas.
En él, un argentino, un pringlense de nacimiento y formación, forma parte de una tripulación de hombres y mujeres
Fernando Pujol siempre estuvo ligado a la náutica. Doctor en leyes y profesor de educación física, viajó y trabajó en distintos lugares de nuestro país y del Viejo Continente, hasta que finalmente se instaló en Barcelona. Allí daba clases en institutos de menores y a chicos en situación de calle, hasta que le llegó una propuesta que le cambió la vida.
“En mayo se comunicó conmigo Óscar Camps, creador de la ONG Proactiva Open Arms, a quien el empresario italiano Livio LoMónaco le había donado un velero de lujo para que lo convirtiera en un barco de rescate. Me preguntó si me interesaba y me sumé”, cuenta Fernando a
va . La Nue-
Fueron casi dos meses de preparativos y de acondicionar la embarcación. A fin de junio, el Astral ponía proa hacia Libia. En ese viaje de bautismo, la embarcación batió el récord de rescates en un día: salvó 4.500 personas.
Fernando es parte de una tripulación que se agrupa de a nueve personas para hacer campañas de rescate durante 15 días corridos. El Astral se dirige hacia Malta y de ahí a alta mar, ubicándose en un radio de 12 a 24 millas de Libia, en aguas internacionales.
Después de esas dos semanas, el barco regresa a Malta, se hace un reaprovisionamiento de comida y combustible, y se cambia la tripulación.
“Ya hice dos campañas. Todos los rescates en los que participé fueron exitosos, pero tuve suerte. A otro grupo de nuestra tripulación le tocó encontrar un barco entero con gente que se había muerto”, lamenta.
El Astral no es un barco de traslado. La tripulación lleva a cabo los rescates y mantiene las embarcaciones o gomones de los refugiados a flote, da una señal de auxilio a embarcaciones más grandes que lleven a los rescatados hacia Italia.
“Lamentablemente allí los llevan a un campo de refugiados, que para mí es un campo de concentración (sic), porque están encerrados; como presos y no los dejan salir”, cuenta.
“A nosotros no nos queda otra posibilidad que salvarlos, tratar de que no se ahoguen; es una responsabilidad moral”, agrega.
Para Pujol, la posibilidad de que los africanos se salven en sus pequeñas embarcaciones es nula.
Nacionalidades. La tripulación del Astral se compone en su mayoría de españoles, y luego hay italianos, griegos y hasta un marroquí. Fernando es el único argentino, y se comunica con los demás en catalán, inglés y castellano; con los africanos a los que socorre, lo hace en francés. Película. En la primera salida del Astral, se llevó a cabo un documental sobre su tarea. La cinta se proyectó en octubre en los cines españoles con gran repercusión. La recaudación fue para la ONG Proactiva Open Arms y así continuar con los rescates.
De local, a la sala llena. Pujol proyectó la película en su Pringles natal, a sala llena en el Teatro Municipal. La recaudación fue para la ONG local Siembrasoles, que contiene a niños en situación de calle.