Blanca Lema y su visión sobre los adolescentes
“Contradanza” cuenta la historia de una profesora de danzas que luego de dos años sale de su encierro.
on un estilo que por momentos se vale del ridículo y el humor, Blanca Lema construye en Contradanza una novela poética en la que convoca personajes extremos, desenfocados de la realidad, y lo expresa a través de una literatura que se resiste a los encasillamientos.
El libro, editado por Paradiso, tiene como protagonista a una profesora de danza Butoh que luego de dos años de vivir un encierro voluntario, y tras una experiencia cercana a la muerte, sale a la calle para ayudar a un hombre, e inicia un recorrido que da lugar a la autora a “cuestionar la manera paradigmática de pensar” el mundo, donde la narración roza lo teatral y cinematográfico.
-¿Por qué decidió recurrir al mundo de la danza para escribir esta novela?
-La danza Butoh no es solo una danza, es una filosofía que nace después de Hiroshima, mientras la cultura japonesa se replegaba en sus orígenes, por un lado, o le rendía pleitesía al supuesto vencedor. En ese momento
Cencontrás dos expresiones de posguerra: las propagandas de las modelos rubias y la de los japoneses con el teatro bien enraizado en el pasado. Y el Butoh nace diciendo: no somos japoneses necesariamente, somos seres humanos que pasamos por algo. Me tomé la licencia de crear este personaje de profesora de Butoh que no tiene que ver con lo genérico sino con una singularidad: la de refugiarse en ese mundo protector de nuevos paradigmas que no busca agradar.
-Después de dos años encerrada la protagonista sale y a partir de que intenta ayudar a un hombre que cree que cayó en un hueco la acusan de un hecho que no cometió. ¿Qué se propuso narrar a partir de esa situación?
-Pirina se encierra sin llegar a ser una agorafóbica. Ella se encierra en ese micromundo de su taller de Butoh como otros nos encerramos en la falsa seguridad que te puede dar una empresa multinacional o la idea de que construiste una familia perfecta.
-¿Los adolescentes tienen respuestas superadoras respecto de las generaciones anteriores?
-No es una nueva generación de adolescentes como lo fuimos cada uno en nuestra generación, sino que la generación actual representa un salto enorme. Este mundo digital de interrelación con lo virtual -que muchos ven como alienante- tiene un gran punto a favor porque se producen nuevas sinapsis: una generación que tiene un desarrollo de posibilidades del cerebro mucho mayor. Esta nueva generación hace lo que jamás un adulto haría: son creadores de valores, y les preocupa mucho el otro, aunque parezca que están flotando en el aire, aunque parezcan egoístas. Tienen una percepción del otro muy hermosa y me preocupa que no se los entienda bien. Esta nueva generación te está diciendo "no sos un ser humano evolucionado, vamos a morir todos por ir nuevamente a la guerra, no aprendimos nada".
-¿La contradanza es entonces una forma de contracultura?
-Es abrazar un movimiento distinto del universo, que aún no ha sido creado. Una de las cosas que le pide Pirina a José es que no se vuelva feliz, porque la felicidad preformateada tiene que ver con la homogeneización, la gente relaciona la felicidad con estar “tranqui”, cuando en realidad tiene que ver con la potencia del ser humano, no con la tranquilidad.
Poeta, psicopedagoga, bailarina y guionista de cine, Blanca Lema aborda en “Contradanza” una historia que conmueve a cada paso.