Cremona creció en Europa para brillar en Argentina
El jinete bahiense regresó a la ciudad luego de competir dos meses en el viejo continente. Su aprendizaje, el crecimiento individual y su futuro.
Cremona partió a principios de febrero a España, donde compitió 3 semanas. Luego de un descanso, saltó otras 3 semanas en Portugal.
Pasaron casi nueve semanas de su partida hacia España. En ese tiempo transcurrido incorporó notables experiencias, aprendió a competir en un alto nivel ecuestre y, por momentos, se destacó entre los mejores.
La vivencia del jinete bahiense Estanislao Cremona saltando en España y Portugal es y será deseo de muchos.
“El balance fue fantástico. Se cumplieron todas las expectativas y más. Porque creo que competir con los profesionales que competía, de todo Europa, tanto a mí como a la yegua nos puso en un primer nivel para cuando empiece la temporada en Argentina”, expresó Cremona, representante del Club Equitación Bahía Blanca y parte del equipo Hípico Molinos, quien emprendió su viaje hacia el viejo continente a principios de febrero para cumplir un solo objetivo: crecer.
Primero, el jinete de nuestra ciudad, junto con su yegua Cortina, formó parte del Mediterranean Equestrian Tour (MET), una cita que contuvo tres semanas de competencias y que se desarrolló en las ciudades españolas de Oliva y Valencia; luego, participó del Vilamoura Equestrian Tour, que se llevó a cabo durante 21 días en Algarve (Portugal).
“La yegua, si bien tuvo un bajón en Portugal en las primeras pruebas grandes, ter- minó clasificando en el último día, en el Gran Premio de 1m40cm, y fue cuarta en la de 1m45, de gran exigencia”, detalló Cremona. A esto se le suman sus actuaciones en España, donde se destaca el segundo lugar conseguido en la altura de 1m40cm contra sobresalientes jinetes del mundo.
—La baja en el nivel del binomio al final tiene que ver con razones lógicas de viajes y demás, ¿no?
—Sí, el cambio de hemisferio, el competir tan seguido. Los caballos mantienen un rendimiento. Cuando Cortina paró 10 días en Madrid (NdR: luego de competir en Valencia), le costó agarrar un buen ritmo otra vez.
—¿Difiere mucho el tratamiento de los caballos en Europa en relación a nuestro país?
—En los dos Tours tenían una clínica-spa privada con todo lo que hay que tener para los cuidados: ecografías, placas, masajes, un grupo de veterinarios del Concurso. En cuanto a sa- lud, los caballos mejoraban.
—Y el rendimiento se eleva .
—Tal cual, porque los herreros son de primer nivel europeo, los veterinarios también. Entonces los caballos avanzan cada vez más. Los pisos, las pistas y todo lo que hace al Concurso es de primera línea.
“Los armados son muy técnicos y los tiempos muy cortos. Entonces hay que andar a una velocidad adecuada para no excederse. No solamente se tiene en cuenta la dificultad en la delicadeza del obstáculo, sino también el tiempo que te ponen”.
—¿Qué se aprende saltando en Europa?
—La equitación es una sola, es universal. Pero en el entrenamiento del caballo día a día para la competencia, en la preparación, la comida, el cuidado veterinario, el training del jinete para competir; en todo eso, la experiencia es única.
“Salté tres semanas seguidas y la yegua no bajó el rendimiento. Y después salté tres semanas más y siguió en su nivel, por más de que se caiga algún palito (sic). La yegua siempre se mantuvo bien porque estaba saludable”.
Ya en el "dulce hogar", para el Cremona se plantea un nuevo desafío: usufructuar ese crecimiento en el futuro (ver aparte).