La lista de espera crece y la entidad no puede afrontarlo
Carlota Elizari, profesora especial de ciegos y disminuidos visuales y directora del Centro Luis Braille en Bahía Blanca aseguró que la situación financiera de la entidad les impide extender los servicios de rehabilitación a más personas.
“Tenemos 15 personas en lista de espera. Aún con el número actual de personas en rehabilitación se hace muy difícil hacer frente a los compromisos”, dijo.
Para funcionar, el Centro depende exclusivamente de la colaboración de sus socios activos y de la venta de papel fruto de donaciones.
También reciben subsidios otorgados por la comuna y el cobro de acuerdos con obras sociales como IOMA y PAMI. La suma de todos estos ingresos sólo alcanza para cubrir el pago de sueldos, servicios, insumos y el mantenimiento del viejo edificio donde funcio- nan las prestaciones.
Si bien en el último tiempo la cantidad de socios se in- crementó los ingresos no son estables lo que no les permiten proyectarse.