Muchos puntos de Lucio Redivo pero poco juego de Bahía
Los 39 que clavó el tirador no alcanzaron en la derrota frente a un Atenas diferente, por 95 a 87. Fue el primero de cuatro partidos seguidos de visitante. Mañana frente a Instituto, a las 21.
“Vamos, vamos, los pibes…”, se animaban a cantar tibiamente en las plateas del Cerutti con el 95-87 final, estampado por Atenas ante Bahía Basket. Justamente un par de esos pibes salieron de iniciales (Chiarini y Lema) y fueron quienes, en parte, llevaron el juego adelante, para que lo cerraran, definitivamente, los experimentados Lo Grippo y Rasio, con dos bombazos de tres a falta de 50 segundos el primero y 10 el segundo. Este último, ¡Con tablero!
Mientras los cordobeses jugaban por el honor (así será hasta cerrar la temporada, porque no entran a playoffs ni disputarán la permanencia), Bahía luchaba por disimular las ausencias de Juan Pablo Vaulet y Máximo Fjellerup, que cada vez se sienten más.
Atenas, en la renovación que parece empezar a encaminar, puso de movida tres juveniles (Baralle, además de los mencionados) para acompañar a los extranjeros.
Y Bahía encontró algunas facilidades en el corazón de la defensa, aunque sin poder plasmarlas en el resultado, porque atrás no estaba duro.
“Están jugando caminan- do”, les recriminó Sepo Ginóbili en un tiempo muerto. Ya perdía 21-13, con Chiarini y Lema anotando de 3 y Mickeal-Roquez Johnson luchando abajo.
La falta de juego, una vez más Bahía la maquilló con la mano de Redivo, que completó 5-8 en triples, 10-14 en dobles y 4-4 en libres: 39 puntos.
Careció de una defensa sólida, hubo desajustes y, acaso lo peor, falta de consistencia tanto atrás como adelante.
Volvió a correr de atrás, pocas veces logró dominar en su tablero para capitalizar el rebote en contraataque, estuvo falto de fluidez y, en consecuencia, juego interior.
La pelota no le llegó a Johnson, que defendido medio cuerpo y cuando le saltó la ayuda chocó; tampoco encontró juego Levy y fueron pasajes individuales –como en el segundo cuarto Corvalán y en el último Jasen-, para lograr estar en partido.
¿Pudo ganarlo? Sí. Empató en 83 y después de minuto, con 1m20, perdió la pelota. Una síntesis de lo que pasó en la noche.
Lo positivo, dentro de este panorama, es que aún restan seis partidos de fase regular como para mejorar –además de recuperar jugadores- y, también, que perdió Argentino de Junín, que venía empujando con intenciones de robarle el tercer lugar.
Mañana, el rival será Instituto, a las 21. No hay tiempo para lamentos…