En nuestro país, desde 1890
El debut del 1º de mayo argentino fue en 1890. Unos 2000 manifestantes, convocados por una organización de inmigrantes alemanes, se concentraron en la Recoleta. Los oradores, entre ellos el dirigente socialista Guillermo Liebknecht, reclamaron la vigencia de la jornada de ocho horas, que los empresarios rechazaban por considerarla una modalidad ajena a las costumbres del país.