Domingo. Historias de bahienses
to, como la educación y la Justicia.
--Es excelente. En mi carrera me enseñaron a pensar muy abiertamente, a adaptarme con facilidad y a hacer mucho con poco. Eso se valora mucho en Europa. Aquí las carreras son muy especializadas, algo que no está mal pero puede generar falta de inspiración y de flexibilidad.
--Por una oportunidad de trabajo en Francia en un tema que me apasiona y que en ese momento no se desarrollaba en la Argentina.
--Los autos eléctricos comienzan a comercializarse en el mundo, por ejemplo Tesla en Estados Unidos, o la Zoe de Renault, en Francia. Sin embargo, a pesar de ser más ecológicos representan, por el momento, un mercado minoritario versus los autos a motor de combustión.
--Principalmente la densidad de energía limitada de las baterías de litio, es decir la cantidad de energía que estas baterías pueden almacenar por unidad de peso y de volumen comparativamente a la nafta; el costo elevado y la durabilidad acotada.
--Precisamente esas limitaciones motivan mis trabajos de investigación, que tienden a descubrir nuevos materiales y nuevos tipos de baterías que permitan resolver estos problemas y facilitar la integración masiva de la propulsión eléctrica, en reemplazo de la de combustión en el transporte automotor.
--Mucho. Mi trabajo combina física, química, simulación informática y experimentos. Dirijo un equipo de 14 personas (estudiantes de máster, doctorado y postdoctorados), en un laboratorio compuesto por aproximadamente 80 investigadores.
--Creo que este gobierno está haciendo mucho esfuerzo para normalizar al país, al que observo mejor en muchos aspectos, entre ellos el hecho de abrirse al extranjero. El gobierno anterior siempre me pareció muy autoritario. Queda mucho trabajo por hacer, la economía está complicada, algo lamentablemente crónico en el país. Pero tengo fe. Con respecto a los investigadores, me apena saber que habrá menos puestos abiertos a concurso en el Conicet, ape- nas 150, comparado con años anteriores.
Amiens es una ciudad de tamaño familiar, cuenta Alejandro, para agregar que tiene la catedral gótica mas grande del mundo (Notre Dame de Amiens) y un barrio histórico muy pintoresco.
“La llaman la `Venecia del Norte`, pues hay varios canales del rio Somme que atraviesan el centro de la ciudad”, señala, y agrega que se trata de una ciudad estudiantil y que la universidad conlleva alrededor de 30 mil estudiantes.
“Posee calles peatonales, donde, en días agradables de primavera y verano se despliegan muchas mesas en la calle. También es la ciudad de Julio Verne, quien vivió muchos años y escribió obras famosas.
“Fue parte del gobierno de Amiens y está enterrado en la ciudad”, dijo.
En los ratos libres, Alejandro sale a correr, a tomar algo o a “trabajar” en una de esas mesas que los bares disponen al aire libre.
“También visito a mi novia, que vive en una playa, Wimereux, a una hora y media en tren”, señala.
“Más allá de tres argentinos que integraron mi equipo, dos de ellos aún lo hacen, no conozco más compatriotas aquí”, relató.
Sin embargo, en Boulogne sur Mer, a poca distancia de Wimereux y muy conocida para los argentinos, porque es allí donde San Martín pasó sus últimos años de vida, Alejandro tiene una muy buena relación con los denominados “conservadores de la Casa San Martín”.
“Son argentinos y cuidan la casa donde vivió el Libertador y que ahora es un museo de su vida y de la historia de la Argentina”.