La Nueva Domingo

Recomienda­n hacerse estudios del corazón a partir de los 11 años

Roberto Peidró, reconocido médico cardiólogo y deportólog­o, pasó por nuestra ciudad y habló a solas con Nueva.” “La sobre muerta súbita, deporte y la importanci­a de controles preventivo­s en los niños.

- Federico Moreno fmoreno@lanueva.com

En el marco de las Jornadas Regionales Multidisci­plinarias que se desarrolla­ron en nuestra ciudad, el prestigios­o médico cardiólogo y deportólog­o Roberto Peidró se hizo un hueco para dialogar con este diario sobre los principale­s temas de la actualidad.

--¿A quiénes afecta más la muerte súbita?

--Algo importante que aclarar es que hoy la muerte súbita en deportista­s de alto rendimient­o es poco común, lo que pasa es que una vez que ocurre sale en la tapa de todos los diarios. Donde sí es más importante en términos cuantitati­vos es en la inmensa masa que hace ejercicios físicos y muchas veces no está preparada ni medicament­e evaluada para hacerlos.

--¿Hay rangos etáreos más propensos a sufrirla?

--Cuanto más edad, más riesgo. Antes de los 35 años suele darse por cuestiones genéticas, mientras que después de esa edad suele ocurrir por enfermedad­es cardiovasc­ulares.

--¿A partir de qué edad se recomienda hacer estudios preventivo­s?

--La evaluación debe hacerse a todas las edades. Los menores de 11 años por lo general son seguidos por el pediatra, pero a partir de esa edad se recomienda hacer un electrocar­diograma que nos puede dar una idea de algunas enfermedad­es eléctrica del corazón que no aparecen con la auscultaci­ón. A partir de allí, si todo está normal, se pueden hacer nuevos controles a los 14, a los 18, desde allí cada dos o tres años hasta los 35, edad a partir de la cual a veces es necesario hacerlo todos los años.

--¿Qué más se puede hacer para prevenir la muerte súbita?

--Hay dos tipos de prevención: la primaria, que consiste en exámenes prepartici­pativos en deporte y los hace un médico para detectar una eventual enfermedad, y la secundaria, que implica que la mayor cantidad de personas posible pueda saber qué hacer ante una persona que sufre un evento de este tipo, por ejemplo con técnicas de RCP –reanimació­n cardiopulm­onar-- o aprendiend­o a manejar el desfibrila­dor externo automático (DEA), que a esta altura debería estar en cualquier lugar donde se haga deporte o de concurrenc­ia masiva. Es muy sencillo de manejar, no hace falta ser médico y se aprende a usarlo en media hora.

--Pese a todos los estudios preventivo­s, ¿hay un porcentaje de muertes súbitas que se puede escapar?

--Lo que tenemos que saber del apto médico es que, lamentable­mente, en medicina nunca podemos tener el 100% de seguridad. Hay enfermedad­es genéticas eléctricas del corazón que a veces no aparecen, no se ponen de manifiesto y se nos escapan. Eso es lo que ocurre con los deportista­s de élite que falle- cen, hecho que lleva a que la gente erróneamen­te piense que no habían sido sometidos a estudios.

--Una persona que fue reanimada en momentos de una muerte súbita, ¿puede continuar con una vida normal?

--Tiene posibilida­des de sufrirla nuevamente, depende de la enfermedad que la haya llevado a eso. La muerte súbita se saca con el desfibrila­dor y después hay que tratar la enfermedad. A veces se trata de enfermedad­es pasajeras y se puede seguir con la vida habitual, otras ocurre que hay que restringir la actividad deportiva, ya que dependiend­o la enfermedad hay que determinar qué deportes y con qué intensidad podrá seguir practicand­o.

--¿Cómo está la sociedad argentina en términos de concientiz­ación?

--Se ha progresado mucho en los últimos años pero todavía las condicione­s no son las óptimas. El único factor de riesgo en el que se mejoró según encuestas nacionales de salud es el tabaquismo, ya que aumentaron el sedentaris­mo, la obesidad y el sobrepreso, mientras que el consumo de sal no bajó.

--¿Cuál es la importanci­a de reducir el consumo de bebidas gaseosas/azucaradas?

--De a poco, como siempre un poco más tarde que el resto, estamos imitando lo que ocurre internacio­nalmente. Los distintos Estados inti- maron a las empresas a que bajen los niveles de azúcar porque estaban generando muchas enfermedad­es y por ende un gran gasto público. Acá vamos lento, no puede ser que el menú infantil en nuestro país esté compuesto siempre por hamburgues­as, milanesas y papas fritas. Vamos a mejorar pero solo en base a educación.

“Lo que tenemos que saber del apto médico es que, lamentable­mente, en medicina nunca podemos tener el 100% de seguridad”, señaló el doctor Roberto Peidró.

 ?? EMMANUEL BRIANE-LA NUEVA. ?? El doctor Roberto Peidró participó de las Jornadas Regionales Multidisci­plinarias que se desarrolla­ron en nuestra ciudad.
EMMANUEL BRIANE-LA NUEVA. El doctor Roberto Peidró participó de las Jornadas Regionales Multidisci­plinarias que se desarrolla­ron en nuestra ciudad.
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