La usina olvidada que busca volver
Gratifica que el puerto se haya interesado por recuperar la vieja usina inglesa, dos magníficos galpones ladrilleros.
BAHÍA BLANCA tiene, en materia de arquitectura patrimonial, una suerte y una desgracia.
refieLA SUERTE re a poseer uno de los conjuntos edilicios industriales- portuarios-ferroviarios más destacados del país, de relevancia mundial. LA DESGRACIA
es que el mayor porcentaje de esos bienes se encuentra en estado de abandono, ruina, olvido y penoso estado. Por décadas, decenas de edificios y otros bienes han sido insensatamente destruidos, dejados a su suerte, sin ningún tipo de atención. EL ORIGEN
de esos bienes tiene una sencilla explicación. Bahía Blanca fue desde fines del siglo XIX una de las ciudades portuarias más relevantes del país. De allí su patrimonio en galpones, elevadores, silos, muelles, usinas, estaciones, puentes, mercados, talleres, colonias. FUE ADEMÁS
uno de los nudos ferroviarios más importantes, con la presencia de tres grandes empresas inglesas: el Ferrocarril del Sud, el Bahía Blanca al Noroeste y el Buenos Aires al Pacífico. Cada cual con su propio ámbito de trabajo e infraestructura. DE ALLÍ,
en parte, la explicación de semejante patrimonio industrial. Una arquitectura revolucionaria en la historia por sus materiales y su estética, un testimonio del inicio industrial-portuario de toda la región, una huella clara del comienzo de todas las cosas. LA ESTATIZACIÓN
de esos bienes en la década del 40, las pésimas políticas desarrolladas desde entonces, la falta de criterio y conocimiento fueron derivando en el completo abandono de la mayor parte de los edificios, que no tardaron demasiado en devenir en ruinas. PARA MUCHOS
ya es tarde -los elevadores de chapa de Ingeniero White, por caso, fueron desmantelados en 1978; los galpones del Noroeste lucen unas pocas paredes sueltas-, pero otros todavía tienen mucho por decir. POR ESO
gratifica que el puerto se haya interesado por recuperar la vieja usina inglesa, dos magníficos galpones ladrilleros sin uso ni destino desde hace 25 años, ubicados en plena área portuaria, en un lugar de privilegio. SE HABLA
de una primera etapa de inventario y limpieza. De una segunda de reacondicionamiento y puesta en valor. Se trata de una obra magnífica, relevante, que no merece el abandono en que se encuentra y que tiene capacidad de sobra para atender demandas y ofrecer servicios.