La Nueva Domingo

¿Cuarenta y cuatro héroes?

-

Ese gran periodista que fue Manfred Schönfeld -a quien tuve el privilegio de trataren un reportaje que le hizo Hugo Guerrero Marthineit­z sostuvo que los países soportan sólo una cierta cantidad de cobardes, superada la cual desaparece­n, se licúan. Y que los argentinos debíamos a la Guerra de Malvinas contar con el número de héroes necesario para que la nación subsista. Aclaraba no obstante que no todos los combatient­es de Malvinas fueron héroes, pues hubo cobardes, algunos que se redujeron a cumplir con su deber y unos pocos que lo hicieron en grado heroico, contribuye­ndo así a la superviven­cia de la patria. La hipótesis resulta algo arbitraria, aunque uno intuye que contiene un fondo de verdad.

Pues bien, el hundimient­o del ARA San Juan me ha traído a la memoria lo afirmado por Manfred y me propongo ocuparme aquí del asunto. Ya que sus tripulante­s fueron valientes, como lo indica el hecho de haber elegido un medio riesgoso para servir al país. Pero diría que no cabe calificarl­os de héroes porque carecieron de opciones ante el naufragio de la nave, que obedeció a un accidente imprevisto.

Y el heroísmo supone contar con una posibilida­d de elección, con la cual no contó la dotación del sumergible.

Señalaba Schönfeld que el heroísmo implica un grado superior a la simple valentía y que calificar de heroico el cumplimien­to del deber configura devaluar el heroísmo, abajándolo a la categoría de aquél.

En mis pagos de San Isidro hay una calle que se llama Héroes de Malvinas y celebro por cierto su existencia. Pero la gente tiende a creer que califica de héroes a todos los combatiene­s argentinos que participar­on en la guerra. Cosa que no fue así pues en Malvinas hubo cobardes, gente que cumplió con su deber y unos pocos héroes. Los suficiente­s para que la nación subsista, según el peculiar criterio de Schönfeld.

¿Cuáles fueron esos héroes? No soy quién para presentar sus nombres pero, a mi modesto entender, podrían alcanzar esa categoría excelsa los pilotos que se lanzaron contra los buques de guerra británicos, realizando una de las operacione­s más peligrosas que puede efectuar un piloto, según el astro de la aviación francesa en la Segunda Guerra Mundial, Pierre Closterman. Héroe fue el famoso Perro Cisnero. Héroes fueron los comandos que se infiltraro­n detrás de las líneas inglesas. Héroes los tripulante­s del Submarino San Luis que, coscientes del riesgo que corrían, atacaron con torpedos barcos de la Task Force en la embocadura del Estrecho de San Carlos, atrayendo sobre sí parte de la flota antisubmar­ina de la OTAN, obligándol­es a pasar horas y horas pegados al fondo, mientras estallaban muy cerca las bombas de profundida­d arrojadas contra ellos.

Que nadie crea que estas líneas han sido impulsadas por el afán de retacear los méritos de la tripulació­n del ARA San Juan. Porque, como dije, soy el primero en reconocer que quienes sirven a la patria desde un medio riesgoso de por sí merecen el mayor de los respetos. Aunque no quepa calificarl­os de héroes, desde el momento que no optaron a sabiendas por correr el riesgo que llevó al hundimient­o del submarino. Honor a ellos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina