Pedirán elevar a juicio oral la causa por el femicidio de Aída Caballín
En los próximos días el fiscal Jorge Viego finalizará con la investigación y solicitará que sea llevada a debate.
El pasado 17 de julio nuestra ciudad se conmovió al tomar conocimiento del hallazgo del cuerpo sin vida de una mujer en la zona del barrio Los Chañares.
Poco después se supo que la víctima era Aída Rosa Caballín y que había sido ahorcada con una soga.
Las filmaciones de cámaras de seguridad privadas y del Centro Único de Monitoreo, permitieron identificar la combi a la que había subido poco antes de ser ultimada y detener a Diego Hernán Rogero.
En los próximos días el fiscal Jorge Viego, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 5, cerrará la etapa investigativa del asesinato y solicitará a la justicia de Garantías que se analice la responsabilidad del imputado en un debate oral y público.
“La causa sigue su trámite. Incluso, recientemente hubo una declaración testimonial más y está próxima la clausura de la investigación y el pedido de elevación a juicio, que puede ser en estos últimos días del año”, anticipó el representante del Ministerio Público.
En este sentido, explicó que la última diligencia realizada “fue una testimonial, porque había llegado la información de que el imputado podía haber conocido a la víctima con anterioridad al hecho”.
Según se informó en ese momento, Caballín se desempeñaba como trabajadora sexual en la zona de Almafuerte y Blandengues, donde habría sido contactada por el imputado.
En este sentido, Viego indicó que se desconoce el mó- vil del crimen.
“Los testimonios que tenemos son en relación a lo que rodeó el hallazgo del cuerpo y qué hacía la víctima en cuanto a su vida y demás”.
El fiscal explicó que “el testimonio que se tomó hace unos días es el de una expareja de la víctima; precisamente el padre del chico que la mujer había perdido por una enfermedad”.
Sostuvo que esa persona “fue muy colaboradora en cuanto a la declaración”, para agregar que “lo que se probó con ese relato fue que el padre del nene fallecido, al igual que Rogero, trabajaban en el Hospital (Interzonal General de Agudos Doctor José) Penna, y se conocían”.
Según Viego, el hombre consideró que en el policlínico regional “es donde se pueden haber conocido el imputado y la víctima, cuando el chico estuvo internado y su madre lo estaba cuidando”.
Finalmente, Viego anticipó que “la prueba es contundente en cuanto a la participación de él (por Rogero) en el homicidio. Es visto en el lugar cuando desaparece la víctima, hubo un contacto directo y después está filmado todo el recorrido que hizo este hombre hasta el sector donde fue dejado el cuerpo”.