Apoyo y contención para transitar el duelo
La magnitud del hecho repercutió en la más alta esfera política provincial.
“Cuando la Gobernadora (María Eugenia Vidal) pidió hablar conmigo, lo primero que le solicité fue que no usemos el tema de mi hija para temas políticos, porque yo soy más bien apolítico. No me interesa ni lo político ni lo material. Comprendió eso y hasta ahora me brindaron muchísima ayuda. Estuvimos en contacto cada veinte días. Ellos se preocuparon por mi bienestar y el de mi familia, y gente de Asistencia a la Víctima está continuamente en contacto conmigo”, asegura Eduardo.
Además de otorgarle asistencia psicológica y legal, brindada por la abogada Lozano, “la gobernadora se molestó en enviarme un rosario bendecido por el Papa Francisco, apenas un mes pasado lo de Agustina. Además, (el intendente) Héctor Gay se presentó en mi domicilio para apoyarme en lo que necesitara, y lo único que lo solicité fue que ayude a mi hermana para hacer lo de la ONG, porque ella está muy comprometida con eso”.
Desde 2014, Eduardo trabaja como chofer de la empresa Logística Diésel, perteneciente al Grupo Guazzaroni Greco, con sede en 9 de Julio. La muerte de su hija lo sorprendió en La Plata, en un momento de descanso de su actividad laboral.
“Tengo que agradecer y destacar la humanidad de la gente del transporte en el que trabajo. Me ofrecieron estar dos años en mi casa abonándo me el sueldo y yo dije que no quería, porque mis cosas me las gano trabajando. Igualmente me pidieron algunas sesiones con una psicóloga para ver en qué estado estaba. Es comprensible, porque yo ando con una bomba atrás. Antes cargaba en La Plata y descargaba en Bahía; ahora me ofrecieron hacer Junín-Bahía, que es una ruta más tranquila, y tengo un tiempo más para estar con mi familia”, comentó el hombre, quien conduce camiones transportando combustible.