Bahía Basket, con un plantel más largo, volvió a quedar corto
Perdió como local frente a Gimnasia de Comodoro, por 85 a 76. Debutaron Eric Ferguson y Jaimes Valdez. Fue la quinta derrota consecutiva.
Con mucho esfuerzo Bahía Basket llegó a 76 puntos, contra 85 de Gimnasia, sufriendo así la quinta derrota en fila.
El debut de Eric Ferguson y Jaison Valdez sirvió, al menos anoche, para estirar las variantes, aunque sin llegar a marcar diferencias que, por el momento, alienten a que Sepo Ginóbili encuentre en ellos demasiadas soluciones. Es decir, sin sorpresas respecto de lo que se esperaba.
Mientras tanto, haciendo gala de su alto porcentaje de tres puntos (39,8%), Gimnasia apostó decididamente a eso. Y le fue muy bien: 12-23.
De movida, Bahía tuvo a Levy luchando con Giorgetti atrás, Ianguas obligando a corregir tiros y reboteando y el resto conteniendo e intentando llegar al tiro a distancia.
La defensa incomodó a la visita y le provocó 7 pérdidas, permitiendo al local hacer un parcial de 9-0 (20-15), aunque sufriendo, con dos triples de Gimnasia –de los 5 que metió en el primer cuarto, repartidos entre 5 jugadores, con el 62,5%-, una respuesta de 8-0: 23-20 terminó arriba el verde.
En el segundo, mientras pudo correr, Bahía fue un equipo, diferente al que mostró en el 5x5, más allá de algunos momentos en los que Levy hizo jugar a Ianguas en la pintura. El trámite fue desprolijo e impreciso. Mientras, Gimnasia supo leer dónde estaba la ventaja y lastimó atacando el aro o, bien, dándole juego a los internos.
Así sacó 7 y dominó hasta antes de ir al descanso largo: 38-43.
Rápidamente la visita extendió otra vez a 7 y, desde ahí, Bahía con gran defensa en bloque, Levy derrochando energía y Valdez mostrando ser picante, clavó un parcial de 10-0 en dos minutos.
Claro que este equipo acostumbra a transitar por los extremos. Por eso, en menos de 3 minutos del complemento se trabó, perdió claridad y sufrió un parcial de 11-2 (56-50), recibiendo 9 puntos seguidos de Lewis.
La visita empujó hacia abajo, donde seguía teniendo más peso. Y Vargas dañó, para escapar 63-55, diferencia que Bahía –con mayor actividad atrás- pudo descontar a 4 antes de entrar al último cuarto.
El vértigo para local no significó precisión, todo lo contrario. Y en un partido desordenado, de ida y vuelta, Gimnasia golpeó tres veces detrás de los 6m75 (incluyendo un triple con tablero de Romero) y sacando 10, a 6m56 del final.
Sin juego colectivo, acaso mostrando signos de tener dos jugadores recién incorporados, con falta de claridad adelante y dificultades para anotar, Bahía fue perdiendo el rumbo.
Todo lo contrario a la visita, que creció en su juego a partir de la altísima efectividad de 3, generó espacios y lastimó también en la pintura. A 4m08 del final sacó la máxima (81-67). De ahí hasta el cierre, Bahía tuvo más amor propio que juego. Con eso no alcanza...