Una banda organizada que irá a juicio a fin de mes
Afines de este mes, en medio del contexto de preocupación entre los bahienses por los robos violentos, irá a juicio un grupo de sospechosos acusados de conformar "La Banda de las entraderas", que supuestamente actuaba no solo en Bahía sino en Neuquén y Río Negro.
El debate será dirigido por el Tribunal en lo Criminal Nº 1 y está programado para el 21, 22 y 25 de este mes. Se sentarán en el banquillo de los acusados Julio Ernesto Carrillo (50), su hijo Roque Damián (30) y Marcelo Alejandro Donadío (48).
La asociación ilícita de las que se los acusa -junto con otras personas que no están detenidas- habría consumado asaltos bajo dicho accionar delictivo en esta ciudad, Bariloche, Neuquén, El Bolsón y Lago Puelo, donde -antes de su captura- planificaban perpetrar un saqueo por 3 millones de dólares.
La organización, según los investigadores, actuaba fuer- temente armada y con gran logística, ya que utilizaban vestimenta policial y handies con la frecuencia de la fuerza.
La policía detuvo a los Carrillo y Donadío a fines de septiembre de 2017 en Bahía, en el marco de más de una decena de allanamientos donde se secuestraron una pistola 9 milímetros, un revólver .38, un fusil FAL y una escopeta, así como los restantes accesorios.
“Algunas de estas armas eran facilitadas a los barrabravas de clubes de fútbol locales”, informó la policía en aquel momento.
Se sospechaba que el botín de los robos, así como las armas y el equipamiento eran enterrados en el patio de la vivienda de Carrillo. En ese lugar, efectivamente, se hizo un rastrillaje pero el resultado fue negativo. Solamente lograron secuestrar 10 mil pesos.
Los procedimientos tuvieron lugar en 3 domicilios y en un terreno baldío ubicados en la calle Granada, entre 1300 y 1600.
También se estableció que la banda se movilizaría en autos Toyota Avensis, Che- vrolet Aveo y Peugeot 307.
Poco antes de su detención, Julio Carrillo había salido de la cárcel local, tras recibir el beneficio de la libertad condicional.
Valeria Malaspina (28), exconcubina de Roque Carrillo, dijo que aportó datos a la investigación sobre el inmueble donde la banda habría escondido el dinero, pero no fue allanado.
La joven afirmó a “La Nueva.”
que 4 millones de pesos, posible resultado de asaltos cometidos, estarían ocultos en una propiedad de Julio Carrillo en Villa Harding Green que la policía -aseguró- no allanó durante las requisas hechas a fines de octubre de 2017 en Bahía y en Lago Puelo, donde se detuvo al chileno Patricio Johny Mansilla Carrasco (59), también relacionado con el caso.
Vínculos con el poder
Los investigadores descubrieron, mediante escuchas telefónicas que constan en la causa, que alguno de los in- tendentes de la zona de El Bolsón-Lago Puelo habría actuado como “entregador” en el frustrado robo de los 3 millones de dólares.
De las intervenciones surgió que Julio Carrillo se comunicó con un preso que estaba en la cárcel de Villa Floresta, a quien le manifestó que el dato sobre el golpe de los 3 millones de dólares había sido aportado por “el intendente”.
La policía arrestó en El Bolsón al carpintero Gustavo Dekker, quien tenía contacto directo con la banda en Bahía y “vendió” la información de que un hombre de avanzada edad guardaba esa cuantiosa suma en un “falso mueble” en su domicilio de aquella localidad rionegrina.
Al parecer, el monto millonario estaba oculto en un placar que Dekker habría fabricado para el hombre, quien vivía solo, bajo el cuidado de una mujer.
“Nunca se pudo vincular a Dekker con algún intendente de esa zona. Tampoco se pudo certificar quién es el tenedor de los 3 millones de dólares”, expresó un investigador.
En ningún momento Carrillo padre mencionó el nombre del funcionario, su lugar de residencia, ni detalles sobre el golpe que planeaban.