El comercio bahiense, en una de las peores crisis de la historia
La crisis económica que afecta al país también golpea fuerte a los comerciantes. Caídas en las ventas, alquileres muy altos, impuestos que asfixian y tarifas de servicios públicos por las nubes complican al sector. Lanzaron un censo que pretende determina
La crisis económica por la que atraviesa el país y las transformaciones que trajeron las ventas online, así como la mutación del comercio hacia ferias, showrooms y hasta en domicilios particulares mantiene a los tradicionales negocios bahienses en jaque.
A tal punto que muchos comerciantes aseguran que se trata de uno de los peores momentos de la historia y que mantienen abiertos sus locales solo para llegar a fin de mes a pagar los sueldos de sus empleados.
“No sé si es el peor momento de la historia, pero es un panorama muy complicado”, asegura Roque Sánchez, gerente administrativo de la Corporación del Comercio, la Industria y los Servicios (CCIS).
El reflejo de la crisis lo demuestra la gran cantidad de locales vacíos en pleno centro. Caídas en las ventas, alquileres altos e impuestos que asfixian y tarifas de servicios públicos que no permiten margen de ganancias forman parte del problema.
“Si bien percibimos que hay muchos locales cerrados desconocemos la cantidad”, dijo Sánchez.
Para tener datos precisos lanzaron un censo y, si bien por el momento se desconocen los resultados, presumen que será uno de los peores escenarios.
El último censo realizado data de 2016. El porcentaje de ocupación del centro bahiense era del 98%. “Es el promedio histórico”, sostuvo Sánchez.
De 456 negocios distribuidos desde Brown hasta Dorrego y Alsina-O`Higgins y Belgrano-Donado apenas había 8 cerrados y 448 con las puertas abiertas.
A fines del año pasado, la Corporación pidió medidas para prohibir las ferias ilegales, showrooms, venta ambulante y otros tipos de negocios, especialmente el que transcurre mediante las redes sociales, en departamentos alquilados o casas particulares.
Mantuvieron una sola reunión en la Municipalidad, con representantes de AFIP y otros organismos de control y con concejales de diferentes fuerzas políticas y llegaron a la conclusión de que no se podía hacer nada para luchar contra esas formas de venta.
En junio del año pasado los comerciantes ya advertían de la crisis que se vive en la actualidad.
Incluso denunciaban que existe un mercado en negro para casi todas las cosas: indumentaria, gastronomía y transporte son algunos de los rubros afectados, aunque también se pueden conseguir artículos de electrónica a través de las redes sociales.
Mediante Facebook uno se puede contactar con aparentes locales que venden artículos nuevos y cuando se asiste al lugar no existe un negocio sino que se encuentra con una casa particular.
De esa manera se pueden obtener artículos a menor precio que en cualquier comercio habilitado. Según pudo averiguar La Nueva.,
mientras que el alquiler de un local de 80 metros cuadrados en la primera cuadra de calle Brandsen cuesta 9.500 pesos mensuales, uno en Soler al 100 de 60 m2 asciende a los 70.000, y mientras uno pequeño -–15 m2-- en Galería Plaza cuesta 12.000 más expensas, uno pequeño en Alsina y Chiclana se alquila en 75.000.
Existe un mercado en negro para casi todos los rubros: indumentaria, gastronomía y transporte son algunos de los más frecuentes.