Bahía le dijo adiós al famoso “Cachi”
Era un ex callejerito, pero nunca dejó de caminar la ciudad. La gente se paraba para mimarlo y sacarse fotos con él. Murió el pasado miércoles.
Las calles de Bahía amanecieron desde el pasado miércoles sin la presencia de un personaje que se supo ganar el corazón de todos.
“Cachi“, un excallejerito “marca perro” devenido en gordo mimado y estrella, murió el 13 de febrero llevándose un “cachito” del corazón de todos los que lo conocieron.
Desde hacía más de 2 meses sus salidas eran muy poco frecuentes y pasaba las 24 horas con Mónica Díaz, su cuidadora.
Era común escuchar que “Cachi” la había adoptado a ella y no al revés, como se estila con un animal.
“Cachi” murió a causa de sus problemas renales y de artrosis, producto un poco de su avanzada edad y otro poco a causa del tiempo que vivió en la calle alimentándose con basura.
Según confirmó Mónica Díaz, quien se hizo cargo del animal hace unos años, el “Morocho” murió acompañado y rodeado de amor “porque era mucha la gente que lo quería y se preocupaba por él”.
“Fueron sus riñones, sus años, su artrosis... Se quedó dormido”, dijo.
Ya hacía un tiempo que a pesar de la medicación que tomaba, “Cachi” caminaba muy poco porque sus patas, por momentos, no le respondían.
“Cuando me iba a trabajar el peludo quedaba en la guardería “Pepi”, con Vivi Jensen y Laura Lucchesi que lo recibían sin cobrar un peso. Ellas lo cuidaban y le hacían compañía”, destacó.
La página de Facebook “El Morocho más lindo de Bahía. Cachi”, que cuenta con más de 4 mil miembros, se hizo repercusión de manera in- mediata de su partida.
Sus integrantes, que cada vez que lo veían por algún sitio alejado de su hogar, lo acercaban e informaban a Mónica dónde se encontraba, no dejaron de postear fotos y recuerdos.
Se ganó el corazón de todos los empleados de los negocios del centro, a donde hacía paradas para buscar mimos y tomar alguna siesta. También de los alumnos de la UNS y ocasionales paseantes. Tanto lo querían que tenía permitido tomar un colectivo desde Alem al fondo hacia el centro y también acompañaba a los chicos en las aulas de altos de Patagonia.
Proteccionistas propusieron su imagen, meses atrás, para construir una estatua en homenaje al perro que tiene la desgracia de nacer en la calle.
Dicen que la fidelidad y amor de un animal son irreemplazables. Por eso, los bahienses te dicen hasta siempre “Cachi” (¡Volá alto!).