Dos víctimas y un solo reclamo de justicia
Familiares y amigos de los jóvenes Facundo Saccoccia y Ángel Almada realizaron una marcha de luz exigiendo una sanción para los responsables.
“Hace 52 semanas o 364 días que nos tocaron el timbre para darnos la noticia que nadie quiere escuchar”, dijo anoche Santiago Saccoccia, padre de Facundo, el joven jugador de Liniers que murió tras ser embestido por un automovilista que se encontraba ebrio, durante la marcha que realizaron junto a otros familiares de víctimas en reclamo de justicia.
Unas 150 personas se congregaron en la zona céntrica y caminaron alrededor de la Plaza Rivadavia en silencio y portando velas.
“Por favor, que la gente comience a acompañarnos”, dijo a su turno Silvia Almada, madre de Ángel, quien falleció hace tres años en Ingeniero White.
“La verdad, es muy triste que se hagan marchas porque sube el gas o el dólar, y acá estamos hablando de vidas”, dijo, destacando que “nos acompañan los amigos de los chicos”.
Ambas familias organizaron la marcha que se inició minutos después de las 20, “porque mañana (por hoy) se cumple un año (del fallecimiento de Facundo Sacoccia) y ayer (por la antevíspera) se cumplieron tres de la muerte de Ángel. Y como las fechas son muy próximas, elegimos este día para marchar juntos”, dijo Santiago.
Ángel Almada cayó desde un puente peatonal y por el hecho se iniciaron dos causas: una por homicidio, en la cual no hay imputados, y otra por falso testimonio y encubrimiento, en la que actualmente hay cinco personas acusadas.
En tanto, los días 25 y 26 de marzo se realizará el debate oral por el deceso de Facundo.
Por el hecho fue procesado Alexis Yuri Sturzenegger, quien manejaba el vehículo que colisionó la moto en la que circulaba el adolescente.
“El fiscal Schmidt hizo un trabajo impecable; no dejó nada para hacer, así que esperemos que todo eso se vea reflejado en la resolución del juicio. El caso va con dos carátulas; una de ellas es homicidio simple con dolo eventual y nosotros tenemos esperanza que sea condenado por esto, cuya pena va de ocho a veinticinco años”, dijo el hombre.
Ante la proximidad del juicio, afirmó que “siento que hicimos lo que estaba a nuestro alcance, que también era la consigna que nos habíamos puesto; porque si te quedás quieto perdés más que a tu familiar. No podés dejar que el mecanismo (de la justicia) marche solo. Nos hemos movido y he llamado a todo teléfono que he conseguido. Incluso llamé varias veces a la Casa Rosado, hasta que pude mandar un fax”.
Cambios
Con la muerte de Facundo, los Saccoccia comenzaron otra vida y otra lucha.
“En nuestro caso, prestamos más atención al tránsito, como otros lo hacen por la inseguridad; incluso a la mar- cha se sumó una señora por mala praxis (en referencia a la madre del niño Facundo Sayago, por cuya muerte hay cuatro médicos acusados). En lo que hace al tránsito falta mucho. Tampoco hay una solución porque sino se aplicaría y listo; todos son paliativos para ir reduciendo el margen de error y de muerte”.