En el justicialismo esperan el ordenamiento nacional
En el peronismo el ordenamiento local va a depender de cómo se acomoden los tantos a nivel nacional.
En Bahía todos coinciden en el deseo de unidad. La única forma de ser competitivos contra Gay es con un solo candidato el 27 de octubre, sea con una lista de consenso o luego de una primaria el 11 de agosto. Si el justicialismo va dividido a las generales, pierde.
Quien más exhibe sus deseos de candidatura es el senador provincial Federico Susbielles. Alineado con el kirchnerismo, cultiva un perfil alejado del extremismo K y prepara un discurso aceptable para el paladar del bahiense medio.
Para Susbielles, como para cualquiera, una candidatura presidencial de Cristina no sería el mejor escenario en Bahía, ciudad donde su nivel de adhesiones está claramente por debajo del promedio provincial.
“¿A vos te parece que Macri en la punta de la boleta es el mejor escenario para Gay?”, retruca un dirigente del PJ. Es una buena pregunta.
El otro referente de peso es el concejal Marcelo Feliú, quien ya dijo que ve con buenos ojos una PASO local, aunque esperará hasta última hora para decidir si vuelve a jugar por la intendencia.
Tiene una ventaja: su nivel de conocimiento es muy alto, primer paso para instalar cualquier candidatura.
“Yo no estoy muy seguro que Marcelo quiera ir este año. Si no hay unidad es imposible que juegue porque el voto dividido significa perder. Si logramos la unidad, su valor agregado es que en una campaña lo tirás a la pista y sale andando”, dice un legislador provincial.
Otros dos nombres suenan en el justicialismo. Uno es el ex concejal Matías Italiano, identificado con el larraburismo. El otro, un ex funcionario que subió acciones como mediador en los duros conflictos que mantuvo la gestión Gay con el sindicato, Gustavo Mena.
No sería descabellado verlos en las listas. El segundo, en todo caso, puede ser una carta para integrar un gabinete peronista.