Hepatitis: el 80% de las personas, sin acceso al tratamiento
La OMS pidió a los gobiernos que inviertan “urgentemente” en tratamientos para prevenir y curar la enfermedad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió hoy a los gobiernos que inviertan “urgentemente” en tratamientos para prevenir y curar la hepatitis, ya que estimó que el 80% de las personas que tienen esta enfermedad no acceden al tratamiento que necesitan.
La OMS publicó un nuevo estudio donde reveló que una inversión de unos 6.000 millones de dólares cada año en 67 países de ingresos medios y bajos hasta el año 2030 evitaría más de 30 millones de muertes causadas por esta enfermedad.
“Pedimos que los países integren, en su sistema de salud, servicios para tratar la hepatitis”, señaló en un comunicado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
En el mundo, unas 325 millones de personas viven con hepatitis de tipo B o C, infecciones crónicas que causan cirrosis y cáncer de hígado y suponen el 96% de las muertes causadas por la enfermedad.
Además, cada año estos dos tipos de hepatitis provocan directamente 1,4 millones de muertes, lo que hace que sea la enfermedad infecciosa más mortífera después de la tuberculosis.
Las personas con hepatitis B y C pueden no presentar síntomas por años, pero el hígado se “va dañando de forma lenta y silenciosa, lo que eventualmente suele resultar en cáncer”, señaló el director general de la OMS.
De hecho, el 60% de los casos de cáncer de hígado se deben a un diagnóstico tardío de infecciones de hepatitis B y C y a un acceso tardío a tratamientos.
La OMS señaló que de los 194 países que se comprometieron en 2016 ante ese organismo a eliminar la hepatitis en 2030, solo 124 están implementando planes concretos.
En Argentina se estima que un millón de personas conviven con hepatitis B y C, y que en el 80% de los casos, quienes la padecen no presentan síntomas, según cifras difundidas hoy por el Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires.
La forma más común de contraer hepatitis Besa través de la transmisión de la madre al hijo en el parto o de un miembro de la familia al niño, por contacto con sangre infectada y fluidos corporales.
Por su parte, la hepatitis C se adquiere normalmente por consumir drogas inyectables, por transfusiones de sangre, estar expuesto a productos sanguíneos contaminados, por prácticas médicas en las que se usan equipos infectados y también por contacto sexual.
La hepatitis B se puede prevenir en un 98% con vacunas, mientras que si una persona da positivo en hepatitis C el tratamiento con agentes antivirales directos permite curar la enfermedad en dos o tres meses.
Una inversión estimada en unos 6.000 millones de dólares cada año evitaría más de 30 millones de muertes.