Termas, naturaleza y las aldeas alemanas para disfrutar Paraná
La capital entrerriana propone también actividades náuticas y gastronómicas para disfrutar durante las vacaciones.
Toda la costanera es eje de la actividad vinculada al esparcimiento, deportes náuticos, la gastronomía y el disfrute del paisaje fluvial.
Las actividades náuticas y la gastronomía de río se combinan con la naturaleza del Parque Nacional Pre-Delta, la tradición del circuito de Aldeas de Alemanes del Volga y la aguas termales, entre otros atractivos de la oferta turística de invierno de la ciudad de Paraná y sus alrededores.
Las aguas marrones del Paraná son protagonistas
de la propuesta en gran medida, ya que la historia y la actual actividad de la capital de Entre Ríos tienen que ver con el correntoso curso de agua del mismo nombre. Toda la costanera, en especial la zona junto a las verdes barrancas del Parque Urquiza, es eje de la actividad vinculada al esparcimiento, deportes náuti- cos, la gastronomía y el disfrute del paisaje fluvial, con sus rojos atardeceres de soles gigantescos que caen detrás de la ciudad de Santa Fe, en la margen opuesta.
Es también el río, con bogas, patíes, tarariras y moncholos, entre otros pescados, el que da identidad gastronómica a la ciudad en sus platos o empanadas de todos los restoranes o en los picnics de la Isla Puente, a pocos minutos de la costa.
Las Aldeas de Alemanes del Volga, con descendientes de quienes emigraron a Rusia en el siglo XVIII y llegaron a Argentina 100 años después, son un atractivo que combina historias y culturas.
A lo largo de la ruta provincial 11, aparecen los pequeños y apacibles poblados, como Spazenküter, Colonia Ensayo, Protestante, Valle María y Brasilera, entre otros, donde aún se habla un idioma anterior al que se oficializó con la creación del estado alemán y la cordialidad y la abundante gastronomía son las características salientes.
Allí se puede disfrutar durante una o varias jornadas del verde de las suaves lomadas que bordean el río y de comidas regionales que fusionan la tradición alemana con productos del río o la ganadería y la huerta locales, además de visitar museos, comprar artesanías o beber cerveza casera.