Los tordos, las palomas, las plagas de Bahía Blanca
Nuestra ciudad no es la única que sufre su presencia. Muchas poblaciones los enfrentan cada año, con medios a veces inadecuados.
UNA NUEVA historia relacionada con árboles y aves apareció en la agenda de la ciudad, a partir de una suerte de invasión por parte de tordos, que se apropiaron de árboles ubicados en la primera cuadra de calle Saavedra.
LAS QUEJAS fueron inmediatas, al advertirse cientos de estas aves, una verdadera plaga que generar ruidos molestos y, sobre todo, excrementos que afectan calles y veredas, complicando el tránsito peatonal y el vehicular.
LAS HECES de estas aves son altamente agresivas, tanto para las construcciones como la salud humana. Su contenido de ácido úrico es una de las causas de esta situación, al ser corrosivas y contener bacterias, hongos y parásitos.
TAMBIÉN LAS palomas conforman una de las amenazas habituales, siendo su número cada vez mayor y los edificios su lugar más frecuente de estadía.
RETOMANDO EL tema de los tordos, Bahía no es la única ciudad que sufre su presencia. Por el contrario: muchas poblaciones deben cada año enfrentarlos, una aparición que es cíclica y tiene un determinado tiempo de presencia.
LO PREOCUPANTE es que una forma de combatirlos, o al menos de minimizar su impacto, sea podando los árboles donde se establecen. La medida, si bien tiene un efecto inmediato, hace que los pájaros se muden unos pocos metros hasta encontrar otros árboles.
ES DECIR que lo único que se logra es ir sumando podas que podrían terminar por afectar todo el arbolado urbano, con intervenciones inadecuadas para su crecimiento y estado sanitario.
LOS TORDOS tienen como característica que no desarrollan nidos propios sino que van ocupando los de otras aves. Por otra parte se mueven en bandada, con lo cual una vez que le quitan un árbol simplemente se corren todos a otro.
LOS ESPECIALISTAS indican algunos métodos para dispersarlos, que van desde la aplicación de ultrasonido hasta la colocación de guirnaldas. También la idea de asumir esa presencia y realizar limpiezas periódicas de veredas y calles.
LO IMPORTANTE es tomar decisiones serias y a partir del estudio de entendidos en la materia, y no aplicar soluciones que de nada sirvan y que, además, afecten algo tan valioso como es el arbolado.