Alertan sobre un posible hundimiento en Notre Dame
Especialistas aseguran que se deben retomar de manera urgente las tareas, que están paradas desde el 25 de julio.
El Ministerio de Cultura francés subrayó que existe un riesgo “persistente” de que la Catedral de Notre Dame se venga abajo tras el incendio, lo que explica la velocidad a la que avanzaron las obras que fueron proyectadas y la “urgencia imperiosa” de retomarlas para así poder evitarlo.
“A raíz de la ola de calor, se han vuelto a registrar recientemente piedras caídas de la bóveda. El ritmo de las obras iniciadas el 16 de abril se justifica únicamente por la urgencia vinculada al riesgo persistente de hundimiento”, explicó el Ministerio de Cultura galo.
La continuación de las obras está prevista para los próximos días, tras su paralización el 25 de julio con el objetivo de replantear las medidas de seguridad sanitarias para los trabajadores, que no habían sido “suficientemente respetadas”.
En paralelo, la semana anterior empezaron los trabajos de limpieza de plomo en los alrededores de la catedral, que deberán extenderse aún durante tres semanas cuando se termine esa tarea.
Se hizo un control de la cantidad de plomo en la sangre a 175 chicos que viven o van a la escuela en las cercanías de la Catedral, ya que en el incendiose fundieron alrededor de 400 toneladas de plomo y el residuo, en forma de polvillo, es altamente tóxico.
El Ministerio insistió en que la salud de los obreros es una prioridad absoluta que prima sobre cualquier otra consideración y destacó que los dispositivos establecidos desde el principio para garantizar su seguridad serán reforzados en las próximas semanas y adaptados al número de personas que intervengan en las tareas de recuperación de la mítica Catedral francesa.
Apuntó además que para el Estado es un desafío conciliar la urgencia de una intervención que descarte el riesgo de derrumbamiento con la seguridad de los obreros.
Con una descripción minuciosa de los procesos de seguridad que se encuentran en marcha, Cultura se defendió de las críticas recibidas, especialmente las que cuestionaron la protección de los trabajadores.
El lunes 15 de abril a las 18.50 de París (13.50 de Argentina) se declaró un incendio en la catedral gótica, uno de los edificios emblemáticos del mundo, y su famosa torre en forma de aguja y el techo se derrumbaron, mientras unos 500 bomberos trabajaron toda la noche para extinguir el fuego, lo que lograron a las 10 del martes siguiente.