Hogar Don Orione: la crisis pega cada vez más duro y obliga a recaudar fondos
“Mientras las obras sociales se hacen cargo va todo bien, pero en estos últimos tres meses estamos teniendo cortes en medicamentos y pañales y se nos complica mucho”, señaló la Hermana Mirtha.
Si el Hogar Don Orione --institución que alberga a personas con discapacidad severa y abuelos en situación de calle-- ha venido atravesando una profunda crisis económica, mucho más aguda resulta en estos tiempos de inflación y recesión.
Por citar solo un ejemplo, las becas que envía Desarrollo Social por las 28 personas que residen en calle Pringles 980 ascienden en total a 165.400 pesos, mientras que los egresos en concepto de sueldos, cargas sociales y obra social ronda casi los 800 mil.
Así las cosas, más allá de los distintos eventos que se vienen desarrollando, como rifas y bingos, en esta oportunidad se organizó un show musical con la presencia de Nieves Cabral y números locales en la Biblioteca Rivadavia.
Será el domingo 29 y la recaudación será destinada totalmente a esta institución que es representada por las hermanas de la congregación Don Orione y que funciona con 15 empleados y un nutrido grupo de voluntarios.
El Hogar Peregrino San Francisco de Asís, que llevan adelante las hermanas de la Obra Don Orione, está al cuidado de personas con discapacidad, en este caso en su mayoría dependientes casi en su totalidad.
“Muchos de los residentes son epilépticos, por lo cual reciben medicamentos anticonvulsivantes que son muy costosos. Mientras las obras sociales se hacen cargo va todo bien, pero en estos últimos tres meses todas las filiales nuestras estamos teniendo cortes en medicamentos y pañales. También dos de nuestros residentes reciben alimentación parenteral”, señaló la Hermana Mirtha, directora de la institución.
Y agregó: “Algunas personas nos preguntan cómo hacemos para llegar a fin de mes y nuestra respuesta es la Divina Providencia se manifiesta constantemente en casa a través de personas solidarias que hacen junto a nosotros su aportes, pero en estos últimos tiempo la crisis es para todos y no alcanza”.
Por ello, deben realizar varias actividades para equilibrar la balanza.
“Hacemos ventas de empanadas, pizzas, mermeladas, pan rallado, rifas, bingos. También hay voluntarios que realizan actividades a beneficio de nuestra institución para comprar pañales y artículos de limpiezas, pero así mismo no se llega a cubrir las necesidades”, señaló Mirtha.