Varias especies terrestres silvestres se pueden avistar en un lugar incomparable de nuestro país. Hay buenos senderos.
En la cordillera. Por la presencia humana, fue empujado hacia el oeste y sobrevive en un ambiente cordillerano, en lugares altos.
Complicado. El huemul tiene más comprometido su estado de conservación. En todo el continente americano existen solo entre 2.500 a 3.000 ejemplares. portales del Parque (La Ascensión y Río Pinturas), donde los guanacos, choiques y piches están virtualmente al alcance de la mano.
En el Portal Cañadón Pinturas, en el kilómetro 1.336 de la Ruta 40, se encuentra el refugio Los Toldos -ex Hotel Cueva de las Manos-, en cuyo derredor se ven esos animales y, en excursiones por sus diversos circuitos, es posible también avistar zorrinos, zorros, chinchillones y gatos del pajonal.
El refugio está abierto a la pernoctación de visitantes y en la estepa que lo rodea se ven pumas cada vez con mayor frecuencia, pese a los hábitos nocturnos de este animal, y algunos guías del lugar contaron que pudieron ver alguno cazando guanacos.
También se puede ocasionalmente observar ejemplares en el Cañadón del Río Pinturas, donde está la milenaria Cueva de Las Manos, que es una reserva natural provincial enclavada dentro del Parque Nacional Patagonia.
En esos aleros declarados Patrimonio de la Humanidad se encuentran pinturas de más de 9.000 años, entre ellas varias que representan pumas, lo que demuestra que desde entonces este felino llamaba la atención de los humanos.
A unos 100 kilómetros al noroeste, sobre la ruta provincial 43, está el otro portal, en el antiguo casco de la Estancia La Ascención, ya administrado por Parques Nacionales, un sitio para observar grandes manadas de guanacos y visitar condoreras en el Cerro La Calle, donde además del ave más grande de América se pueden ver colibríes, tachuríes, cachuditos y maca plateado, entre otros.
La “renaturalización” de lo que fue la Estancia La Ascención, mediante el retiro de alambrados generó un posibilidad diferente de observación.