La ayuda social ¿llega a las provincias más necesitadas?.
Los programas sociales para ayudar a los menos favorecidos incidirían con mayor fuerza en las provincias con más precariedad laboral o altos niveles de pobreza. Subsidios cada vez más pesados en el Presupuesto
La situación de emergencia sanitaria y económica que evidencia Argentina, ha dejado a un gran número de personas con problemas de empleo, necesidad de ingresos y carencias alimentarias.
Trabajando con los microdatos provistos por la EPH para el tercer trimestre (último período disponible), se estima la incidencia de la dificultad laboral sobre la población económicamente activa de cada provincia.
En este sentido, se considera dificultad laboral aquella situación en la cual las personas que integran la Población Económicamente Activa (PEA) no encuentran empleo, es decir están desocupadas o aquellas que consiguen formar parte de los ocupados, se desempeñan en la informalidad.
En Argentina la mitad de las personas que conforman la PEA, se encuentran con dificultades laborales. Sin embargo, el análisis provincial no puede ser disociado del valor que arroja la tasa de actividad.
Al respecto, el desempleo abierto informado por INDEC, es el que surge del relevamiento de las personas que no tienen empleo, pero lo buscan activamente, es decir, aquellas que pertenecen a la Población Económicamente Activa (PEA), pero no logran conseguir trabajo.
Sin embargo, las cifras disponibles dan cuenta de un fenómeno adicional denominado desempleo oculto.
Este conjunto lo conforman personas en edad y condiciones de trabajar que se reportan en la inactividad, ya sea por no poder buscar trabajo o por el desaliento de no haber conseguido un empleo en una serie de periodos.
No obstante, su status quo detenta necesidades.
La observación de este fenómeno es plausible a partir de la tasa de actividad.
De esta manera, una tasa de actividad baja, puede implicar una reducción de la desocupación abierta pero un aumento del desempleo oculto.
En cuanto a dificultad laboral, se destacan las provincias de Tucumán (61%), San Juan (58%), Córdoba (56%), Salta (56%) y Mendoza (54%).
Sin embargo, existen heterogeneidades en el conjunto mencionado, dado que las jurisdicciones de Córdoba y Mendoza poseen altas tasas de actividad cercanas al 50%; mientras que Formosa y Tucumán exhiben bajas tasas de actividad, pudiendo contar con alto desempleo oculto en la inactividad.
Asimismo, la creciente dificultad laboral exacerbada durante el año 2020, se sumó a una serie de problemas que resultan estructurales en la Argentina por su larga data.
La conjunción entre altos niveles de desempleo (en sus dos estados) y la inflación persistente, erosiona los ingresos reales de las personas y aumenta los niveles de pobreza.
Al tercer trimestre de 2020, en el país, la pobreza alcanzaba a 7,4 millones de niños y jóvenes de hasta 14 años.
Los subsidios que el Estado nacional otorgó en el primer trimestre del año a empresas públicas y privadas, alcanzaron un nivel que por primera vez en seis años fueron mayores a todo el déficit fiscal del período, superando levemente al déficit financiero y triplicando al primario.
De acuerdo con el entrecruzamiento de datos realizado por ASAP, el monto de subsidios en el primer trimestre fue de $175.092,7 millones, levemente superior al déficit financiero del período de $173.501 millones.
En consecuencia, por primera vez desde 2015, los subsidios logran superar al déficit financiero, una constante en los años previos terminó generando un importante condicionamiento a la política fiscal de los sucesivos ministros.
En otros términos, dos tercios de la población infantil estaba sumida en la pobreza .
De éstos, más de 4 millones estaban en la indigencia sin llegar a cubrir los requerimientos nutricionales.
Programas
La delicada situación incentivó la ampliación de programas sociales en pos de morigerar las elevadas cifras de pobreza e indigencia.
Entre finales de 2019 y principios de 2020 se presentó el Plan Argentina contra el Hambre, el cual pretende garantizar el acceso a la canasta básica alimentaria.
Uno de sus pilares es la Tarjeta Alimentar. Este programa alcanzaba en 2020 a un universo de 1,9 millones de personas y se expandirá a 4 millones de beneficiarios a partir de mayo 2021.
Vale aclarar que el análisis propuesto no implica una relación uno a uno entre tarjetas otorgadas y niños beneficiarios, como si ocurre con los beneficios de la AUH y la población que es menor de 18 años.
No obstante, permite conocer cuál sería su distribución a nivel provincial y cuáles serían las provincias más beneficiadas.
La tarjeta, consiste en un instrumento destinado a familias con hijos de hasta 6 años o hijos con discapacidad que reciben la Asignación Universal por Hijo (AUH) y embarazadas a partir de los 3 meses que cobren la Asignación por Embarazo para la protección Social (AUE).
En principio, la tarjeta otorgaba un beneficio de $4.000 para embarazadas y familias de hasta un hijo y $6.000 para familias con más de dos hijos.
No obstante, se decretó el pasado viernes 7 de mayo la ampliación de este programa para que puedan percibirlo madres y padres con hijos de hasta 14 años que cobran AUH.
Al mismo tiempo, se incrementaron los montos para los beneficiarios, donde las familias con un hijocomenzarán a cobrar $6.000, con dos hijos $9.000 y un importe de $12.000 para hogares con
tres o más niños a su cargo.
¿A quiénes llega?
Analizando la cobertura de la Tarjeta Alimentar por provincia es posible dimensionar la incidencia de este instrumento sobre la población objetivo de cada jurisdicción.
Cabe aclarar, que la información disponible presenta la distribución provincial de las tarjetas hasta septiembre 2020 donde todavía eran entregadas a familias con hijos menores a 6 años.
No obstante, el reparto provincial sigue una estructura similar a la observada para los beneficios de la AUH normalizados por la población objetivo menor a 18 años.
Esto se debe a que las tarjetas son otorgadas principalmente a los beneficiarios de esta Asignación.
En este sentido, las provincias que se encuentran en condiciones más precarias como Chaco, Santiago del Estero, Formosa, Corrientes y Misiones se encuentran entre las más beneficiadas por el programa, cubriendo las necesidades alimentarias de más de un 20% de la población menor de 14 años.
Por último, la AUH alcanza a cubrir a 3 de cada 10 menores de edad en Argentina. Este número se reduce a la mitad para las jurisdicciones más dinámicas como CABA 15,3% del total de niños, pero alcanza a 4 de cada 10 menores en las provincias con más dificultades como
Chaco (41,2%), Santiago del Estero (39,5%) y Formosa (38,6%).