La división de la Provincia de Buenos Aires
La siguiente nota es la segunda y última parte de un estudio realizado por la autora durante su Práctica Profesional Supervisada en el Centro de Estudios Económicos de la UIBB como requisito para alcanzar el grado de Licenciada en Economía.
La división de la provincia de Buenos Aires y la creación de provincias de menores tamaños favorecería el proceso de descentralización hacia los municipios. De este modo, Bahía Blanca podría adquirir mayores facultades de recaudación y de gestión, lo cual generaría que la recaudación de la ciudad sea tanto repartida como utilizada de un modo más eficiente.
Por otro lado, la nueva provincia en la que quedaría establecida Bahía Blanca contaría con tres senadores nacionales, por lo cual aumentaría la representatividad de los intereses y necesidades de la ciudad. Así, el nuevo estado provincial podría ejercer una mayor presión en el Senado con el fin de eliminar los gravámenes a las actividades exportadoras, de las cuales depende directamente Bahía Blanca (Llach, Comunicación Personal, 18 de septiembre de 2020). A su vez, también podría presionar para reducir la creciente presión fiscal sobre la producción primaria de su zona aledaña (Hirtz, 2020).
Por otra parte, Bahía Blanca contaría con una mayor influencia en la política provincial, ya sea en las inversiones, en la política tributaria de la Provincia (con la posibilidad de promover un menor pago de impuestos por parte de sus ciudadanos), en la mejora de la infraestructura, en la promoción de proyectos productivos, de nuevas tecnologías, de productos regionales, en la integración regional, en la generación de nuevas cadenas de valor, etc. (Llach, Comunicación Personal, 18 de septiembre de 2020; Hirtz, 2020).
Adicionalmente, como se convertiría en una de las ciudades más importantes de la nueva provincia, podría adquirir un mayor predominio en la agenda nacional, a la vez que tendría mayor incidencia para presionar con respecto a mejoras en la utilización del presupuesto para beneficiar políticas sustentables y de modernización de la ciudad y su zona aledaña (Llach, Comunicación Personal, 18 de septiembre de 2020; Hirtz, 2020).
Además, la nueva provincia podría enfocarse con mucha mayor precisión en los problemas locales de los bahienses, eliminando así la excesiva burocratización existente para la toma de decisiones y la escasa importancia dada al interior de la actual provincia de Buenos Aires por parte de las administraciones provinciales. Asimismo, Bahía Blanca, al alcanzar el rango de capital provincial, adquiriría autonomía en las decisiones políticas, sin necesidad de pasar por la actual administración en La Plata (Hirtz, 2020).
Por otro lado, la división de la provincia de Buenos Aires generaría que la ciudad de Bahía Blanca tenga la posibilidad de tomar mejores decisiones para sus ciudadanos en cuanto al sistema educativo, generando no sólo un aumento de la calidad educativa y la modificación de los programas
La división de la provincia generaría que Bahía Blanca tenga la posibilidad de tomar mejores decisiones para sus ciudadanos.
en función de las exigencias de la demanda laboral, sino también desarrollando políticas educativas a través de las cuales sea posible destinar una mayor cantidad de recursos a escuelas estatales con grandes carencias de infraestructura, que son a las cuales normalmente asisten los niños y adolescentes de realidades más precarias (London, s/f).
Causas que impiden la división de la Provincia
A nivel político, para que pueda llevarse a cabo la creación de nuevas provincias, la Constitución Nacional establece en su artículo 13° que debe contarse con la aprobación del Congreso de las provincias involucradas y con la aprobación del Congreso Nacional.
Asimismo, el artículo 4° de la Constitución de la Provincia de Buenos Aires, determina que la división de la misma debe ser aprobada por dos tercios de votos del número total de los miembros de cada Cámara del Congreso bonaerense (Linares, Comunicación Personal, 30 de noviembre de 2020; Constitución Nacional, 1994; Constitución de la Provincia de Buenos Aires, 1994).
No obstante, a pesar de los grandes beneficios que conllevaría la división de la Provincia para Bahía Blanca y la región, ninguno de los proyectos logró ser aprobado e implementado. Por ende, cabría preguntarse cuáles son las causas o las trabas que impiden que alguna de las propuestas pueda efectivamente llevarse a cabo.
En este sentido, las causas están relacionadas con el sistema de coparticipación (federal y provincial) y con el hecho de que Bahía Blanca y la región son una fuente de recursos muy valiosa empleada para financiar otros territorios tanto dentro como fuera de la Provincia, por lo cual desprenderla de esta última significaría una pérdida económica muy relevante (Linares, Comunicación Personal, 30 de noviembre de 2020).
Por otro lado, con respecto a la coparticipación federal, el resto de las provincias se resiste a la división de la provincia de Buenos Aires debido a que esto significaría una disminución del porcentaje de coparticipación que reciben hoy en día, mientras que, con relación a la coparticipación provincial, si se divide la Provincia, los partidos que continuarían formando parte de la provincia de Buenos Aires recibirían un menor porcentaje de coparticipación del que obtienen hoy en día debido a que disminuiría la masa coparticipable dentro de la misma.
Propuestas alternativas a la división
Al verse imposibilitada, al menos momentáneamente, la emancipación de Bahía Blanca respecto de la provincia de Buenos Aires, resulta relevante el planteo de soluciones intermedias a la división del estado bonaerense a través de las cuales la ciudad de Bahía Blanca y su región logren salir favorecidas.
En primer lugar, una solución intermedia sería la implementación de una afectación territorial de los impuestos cobrados por la Agencia de Recaudación de la Provincia de Buenos Aires (ARBA) a Bahía Blanca y la zona. La afectación es un concepto que se aplica usualmente a un tipo particular de tributo, como es la tasa (gravamen recaudado mayormente por los municipios), y consiste en que una determinada fracción de lo recaudado por el tributo sea destinada a solventar el gasto público relacionado con el servicio que se presta, aunque este concepto también podría ser aplicado a un impuesto,
como, por ejemplo, el Im- puesto Inmobiliario Rural, que, mediante la Ley 13.010/2002, comenzó a ser destinado en ciertos porcentajes al Fondo Compensador de Mantenimiento y Obras Viales (Ley 13.010, 2002). Sin embargo, la propuesta es que algunos impuestos provin- ciales y/o nacionales tengan afectación específica territorial. Es decir, el ente recaudador provincial queda obligado a ejecutar gastos, en un determinado porcentaje de la recaudación, en el territorio donde lo recaudó.
En segundo lugar, otra solución intermedia sería la descentralización de los impuestos que ARBA recauda desde Bahía Blanca y su región. La descentralización consiste en que los impuestos provinciales sean recaudados por cada municipio y permanezcan en las arcas de los mismos, por lo cual comienzan a formar parte de sus recursos de libre disponibilidad. De este modo, la desdeseos centralización generaría que los impuestos sean administrados, en este caso, desde Bahía Blanca, y no desde la capital bonaerense, con lo cual sería viable que las decisiones de inversión sean tomadas directamente desde la ciudad bahiense, donde se conoce con mayor precisión cuáles son las verdaderas necesidades y los verdaderos intereses de la región. En síntesis, la descentralización conllevaría un mejor control y una mejor gestión de las inversiones realizadas tanto en Bahía Blanca como en su zona aledaña. Un ejemplo de un impuesto provincial descentralizado es el Impuesto Automotor, cuya recaudación es obtenida y administrada por cada municipio según lo dispuesto en la Ley 13.010 (Ley 13.010, 2002).
Por último, otra alternativa que también fue un proyecto, pero que tampoco logró ser implementada, es el proyecto de regionalización de la Provincia de Buenos Aires impulsado en el año 2011. Este proyecto proponía conformar regiones dentro de la provincia de Buenos Aires con el objetivo de poder aplicar políticas adaptadas según las necesidades de cada región, persiguiendo así la reducción de los desequilibrios existentes en la Provincia en cuanto a desarrollo socioeconómico, infraestructura y crecimiento poblacional, a la vez que haría posible el logro de una mayor cercanía entre el estado provincial y los ciudadanos. Sin embargo, este proyecto fue aprobado por la Cámara de Diputados de la Provincia, pero no por el Senado (Piana, 2017). Reflexiones finales
A lo largo de los años han surgido una gran cantidad de proyectos impulsando la división de la provincia de Buenos Aires con el objetivo de dotar al interior de la misma de una mayor cobertura de sus necesidades y de sus de crecimiento. Sin embargo, por razones ya expuestas, esto nunca logró concretarse y los ciudadanos bonaerenses del interior de la Provincia, especialmente los bahienses, siempre vieron frustrados sus anhelos de progreso y engrandecimiento. De este modo, si bien pueden existir soluciones intermedias a la división, también podría pensarse que las mismas pueden nunca llegar a implementarse, tal como sucedió con el proyecto de regionalización del año 2011.
Por estas razones, se debería lograr una difusión mucho mayor de los proyectos de división de la provincia de Buenos Aires entre los habitantes de Bahía Blanca y la región, dando a conocer con claridad sus fundamentos y las consecuencias positivas que este desprendimiento generaría entre los mismos, con el fin de lograr una presión considerable sobre los legisladores a la hora de la discusión parlamentaria acerca de esta propuesta.
Sería importante difundir los proyectos de división de la provincia para que los habitantes de Bahía y la zona estén informados.