Al rojo vivo: crece la polémica en el PRO por el armado de listas
Larreta presiona por la unificación, con Vidal como candidata porteña, pero Bullrich busca dar competencia en las PASO.
Mientras que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, presiona por la unificación de la oferta electoral del PRO en la Ciudad y patrocina a María Eugenia Vidal como candidata en su territorio frente a rivales internos, la presidenta del partido amarillo, Patricia Bullrich, resiste esos planes y busca dar competencia en las PASO, confiada en su creciente popularidad y en sus chances.
En medio de estas pujas internas que todavía no están zanjadas, ya que siguen en pie tanto la posibilidad de lista única como la competencia electoral en las PASO, en los últimos días estalló una acalorada polémica en las redes sociales ante el rumor de que el larretismo buscaría marginar a Fernando Iglesias de las listas.
Cientos de usuarios-militantes, algunos a cara descubierta y otros ocultos detrás de cuentas de dudoso origen, salieron en masa y al unísono a expresarse a través de Twitter y se unieron en una intensa campaña de "solidaridad" con Iglesias, un cruzado antiperonista famoso por su verborragia y por protagonizar picantes duelos con oficialistas, con un nivel de confrontación y chicana que hasta pone nerviosos a las llamadas "palomas" de Juntos por el Cambio. También dispararon con munición gruesa contra Rodríguez Larreta y Vidal, ya que consideran que ese sector avanzó sobre Bullrich y su núcleo de dirigentes más cercanos.
El rumor que se esparció como reguero de pólvora es que a la exministra de Seguridad le ofrecieron el tercer lugar de una lista unificada, detrás de Vidal, y la exigencia de dejar afuera de la cancha a Iglesias.
El diputado macrista por la Ciudad de Buenos Aires confirmó que le gustaría renovar la banca de diputado nacional, ya sea en una lista única o en una del sector "duro" del PRO.
Si bien no hay constancia de que el ofrecimiento del larretismo haya incluido ese pliego de condiciones, desde Uspallata 3150 están decididos a neutralizar el avance de Bullrich como referencia en la Ciudad.
Para el jefe de Gobierno porteño, en estas elecciones intermedias se pone en juego el tipo de liderazgo que primará en Juntos por el Cambio en 2023, por lo que el éxito de una exponente del grupo de "los halcones" del PRO en su propio terruño atentaría directamente contra sus ambiciones presidenciales.
La eventual candidatura de Vidal, más proclive a su perfil político, le serviría a
Rodríguez Larreta como tapón al crecimiento de Bullrich, una figura que despertó el interés de sectores juveniles liberales y que representa el ala ideológica más radicalizada del PRO.
"Me interesa que haya equilibrio y que no haya hegemonía de una mirada del PRO sobre la otra. Como presidenta del PRO he generado una fuerza representación en la sociedad que no es de Patricia Bullrich. Le dio al PRO una preeminencia en temas de carácter sociales muy profundos", sacó pecho Bullrich días atrás.
En el sector de la presidenta del PRO se alinean dirigentes como Iglesias, Waldo Wolff, Laura Alonso, Guillermo Dietrich, Hernán Lombardi, Florencia Arietto, Roberto Cachanosky y Maximiliano Guerra, entre otros.
El expresidente Mauricio Macri, en tanto, viene expresando un discurso mucho más afín al sesgo de Bullrich, e intentó mediar en la discusión interna de las candidaturas para que Vidal vaya a la provincia y le deje el terreno libre a su exfuncionaria en el distrito porteño.
Sin embargo, esas gestiones fracasaron y ante la muestra de la dificultad para incidir en la organización de la oferta electoral de Juntos por el Cambio, tanto en la Ciudad como en la Provincia, Macri abrió el paraguas con un mensaje desde Europa, declarándose prescindente en la interna.
"Mucho se ha hablado sobre mi papel este año en el proceso de armar nuestra propuesta electoral. Quiero ser bien claro: soy una persona de consulta desde mi experiencia, pero no peleo lugares ni me meto en discusiones internas", aclaró, certificando de esa forma su alejamiento de la "rosca" partidaria.
Ante la dificultad para incidir en la organización de la oferta electoral porteña y bonaerense, Macri se declaró prescindente.