Confirman que Cantaro irá a juicio acusado de proteger a una banda narco
La Cámara Federal de Casación Penal rechazó un recurso de queja de la defensa del suspendido fiscal federal de nuestra ciudad y así habilitó que la causa pase al tribunal oral para su resolución final.
La última carta que tenía a mano no le alcanzó a Alejandro Salvador Cantaro para evitar el juicio.
La Cámara Federal de Casación Penal acaba de rechazar un recurso de queja que había formulado su defensa y el suspendido fiscal federal tendrá que responder ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal por la grave acusación de encubrir a una banda narco, de la cual formaría parte un sobrino suyo.
Cantaro, según la investigación, le prestó colaboración a Gastón Gauna San Millán (su sobrino político) y a Facundo Texido, uno de los 7 condenados el año pasado por integrar la organización dedicada a la venta de drogas.
Por ese motivo el fiscal está procesado, sin prisión preventiva, por el delito de encubrimiento, especialmente grave (tráfico de estupefacientes), según el artículo 277, incisos 1 ("a" y "d") y 3 ("a") del Código Penal, que prevé hasta 6 años de cárcel.
La defensa argumentaba que el requerimiento de elevación a juicio, aceptado por el Juzgado Federal N° 1, era nulo porque no presentaba "una relación clara,
Cantaro está procesado por encubrimiento especialmente grave, delito que prevé hasta 6 años de prisión.
precisa y circunstanciada de los hechos", dado que -a criterio de esa parte- no hay ningún hecho probado sobre cómo, cuándo y quién anotició a Cantaro de la investigación contra la banda, lo cual violaría el derecho de defensa en juicio.
"De la lectura del requerimiento de elevación a juicio cuestionado surge que el Ministerio Público Fiscal precisó con claridad los datos personales del imputado, las circunstancias de tiempo, modo y lugar donde ocurrieron los hechos bajo estudio y demás acon
tecimientos que rodearon al mismo", había sostenido la Cámara Federal de Bahía Blanca en abril del año pasado (votos de Roberto Daniel Amábile y Silvia Mónica Fariña), al rechazar ese planteo.
La defensa intentó apelar, pero como le rechazaron el recurso fue en queja a Casación y ese cuerpo judicial, con los votos de Liliana Catucci, Eduardo Rafael Riggi y Juan Carlos Gemignani, descartó el recurso.
"La parte recurrente no logra refutar de forma adecuada la ausencia del presupuesto objetivo de admisibilidad
que señaló el a quo como objeción al recurso que intentó", advirtió Casación.
También dijo que la defensa tampoco demostró un agravio de imposible reparación (tendrá la posibilidad de defensa en juicio) ni acreditó la existencia de una cuestión federal que permita habilitar la competencia de esa Cámara.
"La mera invocación de una cuestión de gravedad institucional carece del fundamento necesario que evidencie que aquélla se ha producido", cerraron los jueces, para citar en ese
sentido distintas resoluciones de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Por todo lo expuesto, Casación declaró inadmisible la queja y la causa contra el fiscal federal irá a juicio.
Drogas sintéticas II
En febrero del año pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal condenó a 8 acusados de vender drogas sintéticas en fiestas electrónicas y boliches de nuestra ciudad y Punta Alta.
Fue en el marco del caso que se denominó Drogas Sintéticas II y que supuestamente contaba con la "protección" de Cantaro.
Texido, Maximiliano Ezequiel Borja, Emiliano Gastón Lucanera, Gastón Eduaro Sáenz, Federico Raúl Hernando y los hermanos Pablo Horacio y Gustavo Rafael Nogales recibieron entre 4 años y 4 años y 8 meses de prisión, todos por el delito de tráfico de estupefacientes en la modalidad comercio.
Al momento de las detenciones y los allanamientos, en abril de 2018, la Prefectura había secuestrado en total unas 600 dosis de cocaína fraccionada para la venta, 21 pastillas de éxtasis, 5 plantas de marihuana, 200 gramos de cannabis y 1.500 semillas de esa droga, medicamentos, elementos de corte, balanzas, decenas de teléfonos celulares, armas de fuego y unos 150 mil pesos.
Las intervenciones intervenciones telefónicas y las tareas de inteligencia incluyeron la actuación de policías encubiertos y de civil, en los lugares de esparcimiento donde se vendían las drogas (boliches, cervecerías y salones particulares).
Gauna San Millán todavía tiene que ir a juicio por el mismo caso, ya que estuvo prófugo más de dos años, hasta que en noviembre pasado lo capturaron en Córdoba.
Está acusado del delito de comercialización de estupefacientes agravado por la intervención organizada de 3 o más personas, en calidad de autor.