María y el Hogar del Anciano
Hace 60 años, en febrero de 1963, falleció María del Carmen Artcanuthurry, “una de las figuras femeninas más afectuosamente consideradas de nuestro ambiente”.
María era reconocida en la ciudad por las “innumerables obras de bien común” a las que se entregaba “con una visión clara y real que su experiencia le confería y que su sentido de la caridad cristiana le demandaba”.
Había formado su hogar con Adelino
Gutiérrez, destacado hombre de nuestra sociedad, empresario, propietario de la casa Muñiz y de la fábrica de fósforos Morocha, con sede en Villa Mitre, fallecido 22 años antes, en octubre de 1941.
En esa época María terminó de construir su vivienda familiar en la esquina de avenida Alem e Yrigoyen, inmueble que se conserva en excelentes condiciones ocupado por una obra social.
“La señora Gutiérrez poseía la exquisitez del trato que hacían un reducto hospitalario de su residencia, una expresión de su señorío amable y cordial. De gran prestancia en su porte, su optimismo mantenía en ella, pese a sus años, una singular vivencia juvenil que contribuía a exaltar sus condiciones”, señaló este diario en su nota necrológica.
Luego del fallecimiento de su marido, María se hizo cargo de Casa Muñiz, siendo al momento de su fallecimiento presidenta del directorio.
Pero si a una institución le dedicó María tiempo y amor ese fue el Hogar del Anciano, que la contó en sus filas desde la primera hora como activa militante caritativa, prestando su colaboración sin retaceo, cada día.
El inmueble de calle Sixto Laspiur al 1800 de ocupa hasta hoy el Hogar del Anciano fue precisamente donada, en 1931, por el matrimonio Gutiérrez para que sirviera de sede. De hecho la institución lleva el nombre de Adelino Gutiérrez y en la parte superior del acceso principal se puede leer el nombre de la casa, “La María”.
OTRAS VOCES.