El uso excesivo de la tecnología
No hay recetas universales para afrontar las separaciones, pero un objetivo importante es organizar transiciones saludables.
La tecnología ha llegado a formar parte de la cotidianidad de manera permanente.
Es utilizada en procesos académicos, laborales y de recreación. Sin embargo, también ha llegado a formar parte importante en la vida de los niños porque ha llegado a sustituir el rol que tienen los padres de familia en el desarrollo emocional de sus hijos.
Hoy en día la paternidad tiene un desafío importante: saber utilizar la tecnología a favor del fortalecimiento de la comunicación en la familia, porque ahora es común encontrar a padres y madres de familia que, de forma inconsciente, prestan mayor atención a sus celulares que a sus hijos.
“Huérfanos digitales” es el concepto que se le ha dado a los niños, niñas y adolescentes que son hijos de padres adictos a la tecnología, en un grado en el que prestan mayor atención a los dispositivos móviles o computadoras, que a su mismo hijo o hija.
A pesar de que estos niños reciben los cuidados fundamentales para su desarrollo, carecen de apego emocional por parte de sus padres, lo cual les genera consecuencias como inseguridad y problemas en sus relaciones interpersonales. La pregunta que surge es ¿cómo saber si se está educando a un huérfano digital?
De acuerdo con la psicóloga Evelyn Morataya, las características de los padres de familia que tienen adicción a la tecnología pueden variar según la personalidad de cada uno, sin embargo, sí hay particularidades en común como:
. Son personas que necesitan validación y satisfacción social por medio de las redes sociales.
. Invierten más tiempo en dispositivos digitales que en interactuar cara a cara con otras personas.
. Tienen dificultad para conversar con sus hijos. Es común que no encuentren un tema para hablar con ellos porque no conocen a totalidad el contexto en el que se desenvuelven los niños.
. Se irritan y molestan fácilmente con sus hijos cuando estos les piden atención. “En este punto es cuando escuchamos que los padres dicen frases como ´ya no sé qué hacer, ¿por qué no te comportas bien? No entiendo qué quieres.’”, dice la profesional.
. Son padres de familia desinteresados, que no escuchan y que al hablar la mayoría de las veces no ven a los ojos -por estar viendo al celular-.