La Nueva Domingo

TardieuDum­ortier, la boda

- Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

Hace 120 años, en marzo de 1903, se celebró el casamiento de la señorita Susana Tardieu con el caballero Luis Dumortier, en una de las bodas más destacadas de la época.

Miembros de dos destacadas familias, la unión civil y por iglesia de esta pareja congregó a lo más granado de la sociedad local.

Hubo primero una cena despedida de soltero en los salones del Hotel de Londres, en la esquina de Chiclana y O’Higgins, en torno a una amplia y bien servida mesa que revelaba, mencionó este diario, “el exquisito gusto de la mano maestra que tuvo a cargo la tarea”. Fueron parte del encuentro Willian Harding Green, Ramón Olaciregui, Lçazaro Costa, Bartolomé Tellarini, José Croft y Norman Geddes, entre otros.

“Todos hicieron votos fervientes de felicidad, deseando a la pareja que fulgure pura y majestuosa la estrella sin mácula de la fortuna”.

La ceremonia civil fue en la vivienda de la novia y la unión religiosa en la iglesia Catedral.

La novia lució un bonito traje de raso blanco con adornos de tules y azahares que realzaban aún más su hermosura. Ingresó al templo acompañlad­o por la marcha nupcial ejecutada en armonio y violín.

Dejaron el lugar acompañado­s de otra joya musical para ser saludados por numerosas damas y caballeros en el atrio.

El cronista enumeró la presencia de las familias Laspiur, Ortiz de Rosas, Guimaraes, Barrionuev­o, Soteras, Cambra, Susbielles, Vitalini, Costa y Moore, entre tantas.

La fiesta fue en el Hotel de Londres, con lunch y baile, una buena orquesta que hizo las delicias de la concurrenc­ia y que se extendió hasta las dos de la mañana. ¡Que la felicidad sea el ángel de la guarda del nuevo hogar!”, se dijo.

Unos años después, en 1910, la pareja se instaló en un espléndido chalet de avenida Alem y 11 de Abril, con dos leones realizados en piedra que marcaban el ingreso principal.

OTRAS VOCES.

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