La colonia de Sierra de la Ventana busca su destino
Hasta 2026, las instalaciones serán utilizadas en comodato por la Fundación para la Protección de la Niñez del Movimiento Scout.
LA COLONIA de vacaciones que la Municipalidad de Bahía Blanca posee en Sierra de la Ventana ha sido cedida en comodato a la Fundación para la Protección de la Niñez, Desarrollo Educativo y del Movimiento Scout.
LA ENTREGA significa el derecho de uso y goce gratuito del inmueble por parte de esa entidad y el comodato implica un préstamo, por el cual se entrega a otra gratuitamente un bien para que lo use y luego se restituya.
EN ESTE caso, el derecho de uso se extiende por tres años, hasta finalizar el mes de marzo del año 2026.
EL CONVENIO establece que la Municipalidad podrá hacer uso del predio 10 días al mes y que la Fundación tendrá a su cargo la administración de la colonia, al tiempo de realizar una serie de inversiones para poner en condiciones el lugar.
LA NOVEDAD ha sido cuestionada desde ciertos sectores --la cesión fue aprobada por mayoría en el Concejo Deliberante--, con el argumentando que "representa un abandono de las políticas sociales de la comuna, perjudicando a los bahienses que podían hacer turismo social".
LA REALIDAD, sin embargo, indica que desde hace décadas el edificio exige inversiones importantes, al punto que desde hace tiempo se mantiene cerrado.
NO SÓLO se trata de intervenciones básicas de mantenimiento, sino también de modernización y adecuación, considerando que es un edificio que se inauguró hace 85 años y que, como es lógico, muestra señales del paso del tiempo tanto en su estado general como en la disposición de sus espacios, la cual no siempre resulta óptima.
EL ESQUEMA de uso planteado al inaugurarse en 1938 difiere completamente del actual, y si el lugar quiere ser utilizado como colonia de vacaciones gratuitas, debiera haber una política clara sobre los fondos que se van a destinar al lugar.
LA ENTREGA por tres años en comodato a una entidad que usará el sitio con fines similares a los originales es un paliativo que en nada compromete la propiedad del bien.
ADEMÁS, PERMITE que se ponga en uso y abre un marco de discusión, visibiliza el lugar y abre una puerta para evaluar qué hacer a futuro con las instalaciones.