Sequía implacable: confirman que el 7 de oro es tóxico para el ganado
El insecto es el causal de mortandad en bovinos, ovinos y equinos durante este caluroso verano. La investigación es del Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA Balcarce.
Tras las muertes de animales registradas durante los meses de enero y febrero del corriente año en el norte de la provincia de Buenos Aires y en el sur de Santa Fe y Córdoba, un grupo de investigadores del Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado (SDVE) del INTA Balcarce tomó cartas en el asunto para aportar precisión a los productores.
Así entonces, realizó un ensayo experimental que permitió constatar el efecto tóxico y letal del insecto siete (7) de oro, o astilo moteado.
La afectación ha sido, principalmente, sobre bovinos, equinos y ovinos.
Tras esta primera relevación, actualmente continúan los estudios para tratar de establecer el principio tóxico, las dosis letales y el tiempo de duración de la toxicidad en forrajes conservados.
Fundamentalmente, se avanza con estudios para descartar otras etiologías, además de los ensayos experimentales realizados con el objeto de verificar fehacientemente la causa de la muerte del ganado.
“En el examen post mortem de los casos naturales de bovinos observamos lesiones gastrointestinales severas y presencia del insecto en contenido ruminal, compatibles con los signos de decaimiento, diarrea severa, con y sin sangre, debilidad y muerte súbita observados en los animales que habían consumido alfalfa con elevada cantidad del insecto en las inflorescencias”, sostuvo Juan García, patólogo veterinario del Grupo de Sanidad Animal del INTA.
“Luego lo corroboramos, histopatológicamente, como enteritis necrofibrinosa”, añadió.
Hasta el momento de iniciar la investigación, el único reporte de intoxicación con siete de oro databa del año 1972.
De este modo, el SDVE del INTA realizó los estudios para confirmar o rechazar la sospecha. Para tal fin, el primer paso fue un ensayo en cobayos y, luego, en ovinos siguiendo los procedimientos experimentales, con previo aval del Comité Institucional para el Cuidado y Uso de Animales de Experimentación del INTA, según Resolución 252/2023 y 254/2023 INTA-CeRBAS.
Mediante los ensayos se corroboró toxicidad en ambos modelos animales con lesiones intestinales severas, con mayor afección del intestino delgado, presentando enrojecimiento generalizado y fibrina adherida.
De igual manera, los investigadores corroboraron —microscópicamente— como enteritis necrofibrinosa compatible con los hallazgos en los bovinos de los casos naturales.
“El próximo paso es avanzar con el desarrollo de los estudios experimentales para tratar de corroborar si el insecto mantiene la toxicidad aún seco y en el tiempo, siendo un posible riesgo de intoxicación en forrajeras conservados”, manifestó Germán Cantón, coordinador de la Red de Laboratorios de Diagnóstico Veterinario de INTA.
El experto insistió en que, para la próxima etapa, habrá estudios toxicológicos para tratar de establecer dosis letales y tiempo de duración de la toxicidad.
Frente a esta situación novedosa, y si bien la carga de insectos en los forrajes ha bajado, desde el SDVE del INTA Balcarce mantienen la alerta sanitaria.
De esta manera, recomiendan evitar —o minimizar— el consumo de forrajes con elevada concentración de siete de oro, mediante el monitoreo constante de las pasturas antes del ingreso de los animales y durante el pastoreo.
Asimismo, pastorear — frecuentemente— la alfalfa (20-30 días entre pastoreos en verano) para evitar presencia de inflorescencias (flores), que son las que atraen al 7 de oro, entre otras medidas.
De qué se trata
El 7 de oro es un insecto que registró un aumento y concentración en lotes de alfalfa florecida en la región central de la Argentina.
Frente a casos de decaimiento, diarrea severa, cólicos y hasta muerte súbita de bovinos, el Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado del INTA Balcarce empezó a seguirlo con detenimiento.
De color amarillo y negro, el siete de oro (Astylus atromaculatus) es un insecto nativo de la Argentina que, frente a los cambios en el clima de los últimos meses, registró un aumento y concentración especialmente en alfalfas en floración.
Definitivamente, las altas temperaturas y la falta de lluvias en tiempo y forma podrían haber provocado que el insecto se concentrara en los espacios con presencia de flores, especialmente en lotes de alfalfa.
La alfalfa es un importante recurso forrajero en esta época del año en la región y podría haber provocado el desencadenamiento de estos episodios de mortandad por ingesta accidental del insecto.
“Esta situación no se ha registrado previamente en la zona”, aseguró Ariel Pereda, coordinador del Pro
Hasta el momento de iniciar la investigación, el único reporte de intoxicación con siete de oro databa del año 1972.