Preocupa la vuelta a la vida civil de los exdetenidos reclutados por Wagner
El regreso de estos hombres, condenados por delitos graves e indultados, no está exento de serios desafíos para la sociedad rusa. Los primeros contratos con el grupo ya expiraron a principios de año.
La vuelta a la libertad de personas que deberían haber cumplido sus condenas durante muchos más años está causando preocupación entre la población de Rusia, pero también incomprensión en algunos pueblos, donde familiares y amigos de las víctimas de estos criminales tienen que convivir de nuevo con estos hombres.
El mes pasado, uno de estos expresos, condenado a 10 años de cárcel por asesinato, regresó a su pueblo de la región de Kirov tras pasar seis meses en el frente del Donbás. En estado de embriaguez, armado con una horca, un hacha y un cuchillo, amenazó con matar a todo el mundo.
Ante la conmoción causada por su regreso y el miedo expresado por los habitantes que ya no se atrevían a salir de sus casas, las autoridades aseguraron que el hombre se marcharía rápidamente para unirse al grupo paramilitar en el este de Ucrania. Pero pocos días después fue detenido como sospechoso de cometer otro asesinato.
“Héroe nacional”
“Casos como éste hay legión”, afirma la defensora de los derechos humanos Yana Gelmel, que conoce bien el mundo penitenciario ruso y, aunque tuvo que abandonar Rusia por motivos de seguridad, ha mantenido muchos contactos allí. Pero en un país donde cualquiera puede ser condenado a una larga pena de prisión por “desacreditar al ejército”, las publicaciones sobre estos temas son escasas.
El propio jefe del grupo paramilitar Wagner, Yevgueni Prigozhin, se dedicó a reclutar hombres en las cárceles rusas a partir del verano de 2022. Miles de presos, algunos de los cuales habían sido condenados a largas penas por asesinato, violación y robo, firmaron un contrato y partieron a luchar en el este de Ucrania.
Tras seis meses en el frente, los que sobrevivan podrán volver a casa. “Son gente peligrosa”, advierte Yana Gelmel. “Cuando estaban en la cárcel, fueron torturados, luego fueron a la guerra y sufrieron traumas psicológicos, mataron. Su estado psicológico está gravemente perturbado. Sufren de megalomanía. Dicen: ‘Los he protegido, soy un héroe nacional, he defendido la patria’”, subraya.
La inteligencia británica advierte que esto supone un riesgo considerable para la sociedad rusa. Es difícil saber cuántos hombres han regresado del frente. Se calcula que Wagner ha reclutado entre 45.000 y 50.000 presos de las cárceles. La ONG Russia Behind Bars calculó en enero que sólo 10.000 seguían en condiciones de combatir, y que el resto habían muerto, estaban heridos o desaparecidos.
El servicio secreto británico tiene una estimación diferente: afirma que sólo la mitad de los reclutas de las cárceles rusas han muerto o han resultado heridos. Pase lo que pase, se espera que miles de ellos regresen a Rusia en las próximas semanas o meses.
“No quieren alistarse”
En un contexto de tensiones con el ministro de Defensa, Prigozhin se ha quejado varias veces de que ya no puede reclutar en las cárceles rusas. Pero si el jefe de Wagner ya no tiene acceso a las colonias penitenciarias, el reclutamiento continúa bajo los auspicios, esta vez, del Ministerio de Defensa.
Éste ha aprobado enmiendas que permiten reclutar en el ejército a convictos con antecedentes penales, algo que antes era imposible, según la ONG Russia Behind Bars. Sin embargo, Yana Gelmel afirma que ese reclutamiento lleva más tiempo: “Los presos ya no quieren alistarse. Saben lo que ocurre en el frente. Saben muy bien que se los considera carne de cañón”.
Según la información de la defensora de los derechos de los presos, el personal y la dirección de las prisiones no ven con buenos ojos el envío de presos al frente: “En algunas prisiones, los guardias de prisiones, el personal administrativo, han empezado a disuadir a los reclusos de alistarse, porque ven que el número de reclusos está disminuyendo significativamente y temen que también se reduzcan los puestos en sus instituciones”, aclara. (RFI).